La ministra Catalina Ontaneda no pierde su cálida sonrisa ni en el momento más arduo de su entrenamiento. Incluso agotada, al bajarse de la bicicleta o en el agua después de realizar cinco series de 200 metros, la economista que ahora dirige el deporte ecuatoriano no deja de sonreír.
En las mañanas y en las noches, sacando a veces tiempo de dónde parece no haberlo, la Ministra del Deporte se ejercita para cumplir con el desafío Ironman 70.3 Ecuador, que será en Manta este 9 de agosto.
El reto que tiene ilusionados a cientos de deportistas locales, pues esta marca de alcance global realiza por primera vez una carrera en el país, también será asumido por la funcionaria. De 37 años. Serán 113 km, entre natación, ciclismo y atletismo, que Ontaneda buscará alcanzar por primera vez. Antes, en el 2010, se animó a un triatlón de distancia olímpica de 51,5 km en Galápagos.
La atlética funcionaria de raíces lojanas se vinculó al deporte desde niña. De hecho, la medalla que más atesora es la que logró en un campeonato nacional infantil en Guayaquil al representar a Pichincha en atletismo, en pruebas de velocidad, salto largo y en el lanzamiento de bola.
Luego llegó a integrar una preselección de fútbol femenino y hasta ha competido en retos de largo aliento en pruebas de aventura como el Huairasinchi. Además, es amante del montañismo y al tercer intento logró coronar la cima del mítico Cotopaxi en compañía del legendario Iván Vallejo.
En la actualidad, entre sus múltiples obligaciones ministeriales, el deporte es para ella una manera de conectarse con lo más sublime y espiritual. “Es una forma de conectar conmigo misma para tomar mejores decisiones”, explicó la semana pasada después de una jornada matutina de entrenamiento de 35 km de bicicleta y de 1600 metros de natación.
Aunque cada día tiene problemas para levantarse en las madrugadas lo hace para lograr mejorar sus condiciones físicas. Al igual que otros cientos de atletas aficionados, la Ministra se ejercita en los parques La Carolina, Bicentenario, Metropolitano y otros en la capital ecuatoriana. Generalmente la acompaña un fornido edecán que también se prepara gustoso porque competirá en el triatlón de media distancia.
Entrenamiento de Ministra del Deporte
El uniformado ha sido clave para que la funcionaria mejore su técnica en la natación. “La señora Ministra pone mucho ñeque en su entrenamiento”, resumió el oficial en medio de la práctica de natación en la piscina del Centro Activo 1, en el norte de Quito. Allí, en la piscina de uso público a la que acuden cerca de mil personas al día, también se ejercita la Ministra del Deporte.
La actividad física la ayuda en su arduo trabajo, con jornadas que parecen interminables en muchas ocasiones. “Ahora disfruto de todo… en el día a día. Estoy aquí, contenta, tengo una tranquilidad que me permite estar mucho más presente que la angustia de sentir que debo correr, que tengo que competir, no solamente en el deporte sino en todas las áreas de mi vida… El estar más tranquila, más presente, me ha hecho tomar decisiones que incluso me trajeron acá al Ministerio”.
En contra de lo que pensaban la familia y los amigos, Ontaneda vendió “las pocas cosas que tenía” y se fue a estudiar una maestría en deporte de aventura a los 34 años. Pocos entendían esa decisión. “Me dieron palo los estereotipos sociales, pero si no hubiera hecho eso no estuviera aquí porque mi currículo no estuviera alimentado con estudios en deportes”.