El dueño de los derechos comerciales de la Fórmula 1, el británico Bernie Ecclestone, confirmó hoy que el “gran circo” acudirá en 2012 a Bahréin, cuyo Gran Premio se suspendió el año pasado por los disturbios políticos. “Les he dicho a todos los equipos que no hay ningún problema. Estoy seguro al 100 por ciento de que iremos y de que no habrá ningún problema”, dijo el magnate de 81 años.
La semana pasada renació la ola de protestas políticas que evitó la carrera el año pasado. Organizaciones de derechos humanos y políticos británicos han pedido que el Gran Premio tampoco se celebre en 2012, a lo que siempre se negó Ecclestone.
La mayoría de equipos deja la decisión en manos del británico. “Nadie ha dicho que no quiera ir. Todos son muy positivos”, dijo Ecclestone. El magnate aseguró también en Londres que le gustaría ver al alemán Michael Schumacher, heptacampeón del mundo, en un auto competitivo como el de su compatriota y actual rey de la categoría, Sebastian Vettel.
“Me gustaría verlo en un segundo Red Bull. No creo que eso molestara a Sebastian”, dijo. Schumacher, de 43 años, afronta su tercera temporada desde el regreso a la Fórmula 1 y la última de contrato con Mercedes. Desde que volvió en 2010 no ha pisado aún siquiera el podio. “Sólo digo que sería bonito verlo en un coche en el que se sepa que si no gana, es por un error suyo. Estoy seguro de que aún puede ganar carreras”, dijo sobre el campeóón récord de la Fórmula 1.