Dortmund, otro gigante alemán

Robert Lewandowski del Borussia Dortmund pelea por el control del balón con  Martin Demichelis del Málaga, el 9 de abril del 2013. Foto: EFE

Robert Lewandowski del Borussia Dortmund pelea por el control del balón con Martin Demichelis del Málaga, el 9 de abril del 2013. Foto: EFE

Demostraron que son potencia y el mundo comienza a escarbar las bases del fútbol alemán. La goleada del Borussia Dortmund al Real Madrid (4-1), ayer, por la Champions League, confirmó lo que solo eran comentarios: la superioridad de los clubes alemanes sobre los apergaminados españoles Barcelona y Real Madrid.

El Múnich aplastó al mejor 'Barça' y ayer el Dortmund repitió la fórmula con idéntica cantidad de goles. Robert Lewandowski, de una brillante actuación, anotó los cuatro tantos del cuadro germano y dejó con dudas la destacada superioridad del fútbol español.

Considerados como los favoritos, el Barcelona y el Madrid ahora están en segundo plano y aferrados a un milagro para llegar a la final de la liga de campeones.

En las casas de apuestas, Bayern Múnich y Dortmund tendrán un favoritismo de cuatro a uno. Es un momento cumbre en Alemania.

El fútbol alemán, nuevamente, está en la cúspide. Múnich y Borussia son el fiel reflejo de la evolución en el balompié teutón, donde siempre gravitó el prototipo de fortaleza física del futbolista.

Según los portales deportivos, las características de los equipos alemanes que se han reflejado en los dos cotejos de la Liga de Campeones europea se modificaron desde el 2002. En gran medida, por la llegada de Jürgen Klinsmann como entrenador de la Selección para el ciclo que terminó en el Mundial de Alemania 2006.

El nuevo sistema de trabajo también incidió de forma directa en los equipos de la Bundesliga quienes mejoraron sus estilos de juego. Y por eso generan admiración.

Algo cambió. Jürgen Klopp, el entrenador del Dortmund, es una de las caras de esta nueva era y ayer fue uno de los más felices. En febrero pasado contó a diario El País, de España, algunas claves.

La receta fue clara: "Se impuso a los clubes la obligación de tener centros de rendimiento: profesores de fútbol, entrenadores juveniles mejor preparados, y mejores condiciones. Y el que no los tenía, no conseguía licencia ni para Primera ni para la Segunda División".

El último lustro, sin embargo, el fútbol se hizo rojo por España a nivel de selecciones y de clubes por el Barcelona. Pero por lo visto en los cotejos de ida, la historia comienza a cambiar de color.

Los clubes alemanes llegarán como favoritos a las revanchas.

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