Galo Corozo, defensa del conjunto cuencano, antes de subir al bus para viajar a Riobamba. Foto: Manuel Quizhpe/EL COMERCIO
Con 9 horas y 10 minutos de retraso (21:40), Deportivo Cuenca partió este martes 30 de septiembre con destino a Riobamba. Allí, este miércoles 1 de octubre jugará con Olmedo, desde las 19:00.
El plantel viajó a pesar de no haberse cumplido con todas las exigencias hechas a la dirigencia. La salida estaba prevista para las 12:30 de este martes 30 de septiembre. El conductor anunció que el viaje durará cuatro horas y media.
Un bus de la Cooperativa Turismo Oriental, disco número 14, trasladó a la delegación cuencana. El chofer y su acompañante esperaron desde las 12:30 para saber si se iba o no el plantel.
Después de 2 horas y 45 minutos de reunión con los jugadores y el cuerpo técnico, el presidente del Deportivo Cuenca, Hermel López, abandonó el Complejo de Patamarca.
Su acompañante y también dirigente, Santiago Larriva, quien conducía el vehículo, se dirigió a un grupo de 10 reporteros y se limitó a informar que “el equipo está cenando y viaja en 20 minutos”. Eran las 20:20 de este martes 30 de septiembre.
En el mismo Complejo, los futbolistas y el cuerpo técnico también tuvieron una conversación paralela con el director regional de Servicio de Rentas Internas (SRI), Jaime Ordóñez. Él aseguró con que los USD 92 000 retenidos de la taquilla del partido con Barcelona será para el plantel.
Los jugadores inicialmente anunciaron que no viajarían a Riobamba si no se cancelaba todo el salario del mes de junio. Sin embargo, se cubrió el 40 por ciento de sus sueldos con el dinero de los dirigentes, cerca de USD 60 000. El resto se pagará en unos cinco días, tras un proceso legal que siga el SRI. La deuda total del club es de cuatro meses.
Deportivo Cuenca logró presentar este martes 30 de septiembre el rol de pagos del mes de junio en la Federación Ecuatoriana de Fútbol. De lo contrario estaba a perder un punto.
Las horas de suspenso
A las 17:30 regresó al Complejo de Patamarca el técnico del equipo cuencano, el argentino Guillermo Duró. Lo hizo en compañía del preparador de arqueros Juan Carlos Benítez, tras una reunión con los dirigentes.
A las 17:40 arribó Jaime Ordóñez al Complejo, donde se encontraba los jugadores. Tres minutos más tarde, apareció Hermel López. El directivo estuvo acompañado del sindico del club, Andrés Valencia. A las 17:48, ingresó al interior del local el presidente de la Asociación de Fútbol Profesional del Azuay, Eduardo Dumas.