Apertura y eficacia serán los dos factores que manejará el Ministerio del Deporte en un nuevo enfoque para el desarrollo de la actividad física.
El antiguo modelo de centralismo estatal será sustituido por otro en el que nuevos actores le brindarán al Ministerio autonomía financiera para atender el crecimiento del deporte ante la disminución presupuestaria.
Se buscará la presencia de la empresa privada dentro de un marco jurídico adecuado para financiar los planes deportivos a corto y largo plazo. De allí que la Ley del Deporte sufrirá notables cambios para reorganizar la actividad y transformar, sobre todo, al proyecto del alto rendimiento -donde están involucrados los deportistas- en una ley que garantice para el futuro el apoyo al deporte de élite, sin importar funcionarios o gobernantes de turno.
Los cambios también se orientarán al deporte escolar y colegial que probablemente volverán a ser administrados por las federaciones provinciales para rescatar el semillero que actualmente agoniza.
El gran objetivo apunta a recuperar y mejorar los alcances del impuesto de las llamadas telefónicas para lograr autonomía financiera, pues al momento el deporte crece pero los presupuestos disminuyen.
La nueva ministra Andrea Sotomayor, que conoce el deporte desde su raíz, confirmó que los cambios tienen el respaldo del Presidente de la República, Lenín Moreno, y espera que se concreten para que el deporte tenga por fin políticas de estado y no dependa de la voluntad política del momento.
El tiempo confirmará si los ambiciosos planes se hicieron realidad. Es la gran oportunidad para despegar e implantar un modelo exitoso.