Luis Mora tiene 91 años y no deja la actividad física

Luis Mora regresa en bicicleta a su vivienda tras una caminata de 30 minutos en la pista del parque de La Madre. Foto: Manuel Quizhpe / EL COMERCIO

Luis Mora regresa en bicicleta a su vivienda tras una caminata de 30 minutos en la pista del parque de La Madre. Foto: Manuel Quizhpe / EL COMERCIO

Luis Mora regresa en bicicleta a su vivienda tras una caminata de 30 minutos en la pista del parque de La Madre. Foto: Manuel Quizhpe / EL COMERCIO

Luis Mora tiene 91 años y aún pedalea por las calles de Cuenca o se ejercita en la pista del parque de La Madre. Nunca ha sido un deportista de alto rendimiento, pero en sus carreras atléticas locales ha sumado 40 medallas de oro y 18 trofeos, en diferentes categorías.

“Yo hago actividad física para sentirme sano, tener agilidad y vivir un poco más”, comenta con convicción. Él, todas las mañanas de lunes a jueves, camina 30 minutos y luego hace 300 flexiones, dándole movilidad a todo su cuerpo con asesoramiento técnico.

Por su constante actividad física se mantiene con salud y con la mente lúcida. Además, siempre estuvo alejado de las bebidas alcohólicas y del cigarrillo. Ha tratado de ser un ejemplo para sus 10 hijos.

En su infancia, con sus amigos de escuela, se trepaba a los árboles para coger capulíes, duraznos, membrillos y tunas. Una vez terminado sus estudios secundarios ingresó a la Universidad de Cuenca para trabajar como conserje.

Allí, por necesidad, empezó a utilizar la bicicleta que le servía para recorrer la ciudad entregando oficios y citaciones a los profesores. Desde entonces, la bici ha sido su compañera inseparable. Sin embargo, en sus horas libres también se dedicó al atletismo y al fútbol.

Se jubiló hace más de 30 años y aún extraña a los profesores, a quienes le hacía firmar las asistencias. Antes de clases limpiaba las aulas. Allí formó un equipo de fútbol llamado América de la Universidad, en donde luego jugaron sus hijos.

René, el mayor de sus hijos, fue futbolista profesional. Primero jugó en Liga de Cuenca, entre 1975 y 1979; mientras de 1980 a 1986 militó en Deportivo Cuenca. “Me convertí en hincha de ambos equipos, por mi hijo, era un gran futbolista, pero sobre todo es un extraordinario ser humano”.

El exvolante de 65 años, apodado ‘Chocolate’, define a su padre como una persona lúcida, serena, jovial y generosa. “Es un ejemplo no solo para sus hijos sino para todos quienes lo ven caminar a diario por las pistas y recorrer las calles de la ciudad en bicicleta”.

Por el peligro que representa, sus hijos le han pedido que ya no circule por las vías en bicicleta, que lo haga en espacios cerrados, pero él se resiste. La preocupación del exfutbolista y de sus hermanos es que algún carro le orille contra la vereda o que no pueda eludir algún despistado en la calle.

Don Luis, como le llaman los atletas y entrenadores, camina 30 minutos en la pista del parque de La Madre, de lunes a jueves. Llega al lugar tras recorrer en bicicleta 15 minutos desde su casa, ubicada en la Ciudadela Tomebamba. Hace 300 flexiones diarias y retorna en la bici. Descansa tres días: viernes, sábado y domingo.

Su esposa Teresa Piedra falleció hace tres años y desde entonces vive con su hija Fanny. La extraña y recomienda valorar a sus parejas mientras estén a su lado. En la actualidad tiene 30 nietos y 31 bisnietos.

Según Juan Chocho, técnico de marcha, “don Luis irradia energía positiva, vitalidad”. Con admiración lo ve entrenarse a diario. En las charlas con sus alumnos lo pone como ejemplo, porque “ pese a sus 91 años sigue activo”. El DT agrega que su perseverancia es ejemplo para la sociedad.

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