Imagen de Leyner Congo, taekwondista ecuatoriano, tomada de la cuenta de Twitter @taekwondolatino
Leyner Congo es el taekwondista ecuatoriano con mejor proyección internacional. Su sueño es clasificarse a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. En marzo del 2016, en México, quedó fuera de las Olimpiadas de Brasil tras perder en las semifinales del Preolímpico.
Ese combate decisivo fue frente al colombiano Óscar Muñoz, medallista olímpico de bronce en Londres 2012. El ganador aseguró su pasaporte para Río de Janeiro. La experiencia de su rival incidió en los últimos segundos. “Llegué a esa competencia con 17 años y él ya tenía 22 años”.
Según Marcelo Troya, su entrenador, Leyner estuvo a un triunfo de llegar a las Olimpiadas y si lo hacía iba a ser único taekwondista en la delegación nacional. “No se clasificó a los Juegos Olímpicos, pero demostró su capacidad ante un medallista olímpico y alcanzó la presea de bronce”.
Congo llegó a ese Preolímpico como vicecampeón panamericano y campeón sudamericano júnior. Además, es múltiple campeón de Juegos Nacionales Prejuveniles. La semana pasada, en Cuenca, fue campeón de los Juegos Nacionales Sub 23, en la división Fly.
El imbabureño de 19 años contó que, con el título nacional, aseguró su clasificación en los Juegos Bolivarianos que se realizarán entre el 11 y 25 de noviembre en Santa Marta, Colombia. En la final superó a Stalyn Sarango, de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Su progenitor, Darwin Congo, tiene un gimnasio, es entrenador y árbitro nacional de taekwondo. Por ello, Leyner está en el taekwondo desde los 5 años. “Mi padre es mi referente, porque ha sido un gran apoyo durante mi carrera”.
Durante dos años dejó el tatami y se inclinó por el fútbol, siendo un delantero con gol. Sin embargo, el 2009 volvió al taekwondo convencido de sus condiciones y de que es su deporte favorito. “No quise desperdiciar mi talento”.
Pese a que terminó quinto en el Mundial Juvenil realizado en Corea del Sur, Congo la consideró su mejor participación. Resultó eliminado del torneo tras perder con un campeón mundial de Bélgica.
Compite por Ecuador desde el 2014 y está convencido que todo es posible con perseverancia y disciplina. A su criterio, las principales fortalezas de un taekwondista son agilidad, flexibilidad, fuerza y temperamento. Pesa 63 kilos y su estatura es de 1, 74 metros.
Troya destacó la agresividad de su dirigido durante los combates. “Es un deportista con proyección, entrador y contundente con sus golpes, no tiene temor de encarar a cualquier adversario”. Él se entrena dos jornadas al día.
Congo integra el Plan de Alto Rendimiento del Ministerio del Deporte y debe estar a disposición del técnico nacional para las prácticas antes de competir en el exterior.
El seleccionado nacional insistió que no tiene ídolos y que su padre es su único referente por inculcarle la práctica del taekwondo. No se entrena con su progenitor porque él está dedicado a trabajar con alumnos de las categorías mejores.