El discurso del ‘Tin’ Delgado

Alianza País ha emitido un comunicado de fervoroso apoyo al ‘Tin’ Delgado, vapuleado en las redes sociales por su desastroso discurso en la Asamblea Nacional.

Bueno, está bien, hay que alentar al compañero luego del papelón; pero ¿y cuándo le piden disculpas? Porque es claro que alguien en el partido oficial ha cometido un error demencial al pasarle un discurso pomposo y enredado justamente a uno de los legisladores con menos facilidad de expresión. El mismo ‘Tin’ lo sabe por su experiencia en el fútbol: el que no sabe cobrar penales no pide el balón para patearlos. Obvio, ¿no?

Más allá de las críticas a su nivel de lectura y de los adjetivos racistas totalmente repudiables que esto ha generado (¿también han defendido a Lourdes Tibán de esto mismo que ella sufre desde hace años?), el discurso del ‘Tin’ se ha convertido en el símbolo de lo que el poder oficial piensa del fútbol: un mero instrumento para golear al elector.

Ya lo vimos con el anuncio de remodelación del Atahualpa, que ha pasado de promesa de campaña a simple proyecto secundario que incluso podría posponerse ante otras prioridades. Ya pasó con la presidenta de la misma Asamblea, recibiendo al equipo nacional con una camiseta ‘trucha’. Ya pasó con Iván Hurtado, que en poco tiempo lo movieron de asambleísta a candidato a prefecto, en la versión proselitista de ‘yo juego donde el profe diga’.

El turno de la decepción es del ‘Tin’, quien con su lectura en público nos hace temer que el glorioso jugador ha sido convertido en otro instrumento más, de esos que usaba la partidocracia para acaparar curules. Y también nos hace preguntar por qué los exjugadores de la Tricolor se lanzan a la política en lugar de ser entrenadores o algo afín. La política siempre les resta la gloria.

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