El karate nacional es segundo en América

Valeria Echeverría (centro) ganó la medalla de oro en la categoría de más de 68 kg. en los Juegos Panamericanos Toronto 2015. Foto: Martha Córdova/ EL COMERCIO

Valeria Echeverría (centro) ganó la medalla de oro en la categoría de más de 68 kg. en los Juegos Panamericanos Toronto 2015. Foto: Martha Córdova/ EL COMERCIO

Valeria Echeverría (centro) ganó la medalla de oro en la categoría de más de 68 kg. en los Juegos Panamericanos Toronto 2015. Foto: Martha Córdova/ EL COMERCIO

Hubo llanto, festejo, alegría. En el penúltimo día de competencia de los Juegos Panamericanos, el equipo nacional de karate dio su gran golpe para colaborar con cuatro medallas, dos de oro y dos de bronce, en la participación histórica de Ecuador en Toronto 2015.

“Es la culminación a muchos años de entrenamiento, de pasar meses fuera del país entrenando; de viajes y prácticas extenuantes, pero estoy feliz. Todo ha valido la pena”, dijo Valeria Echever, la guayaquileña de 22 años que logró el título panamericano en la categoría más de 68 kg.

Ganó el oro luego de recibir un golpe que le envió a piso tras un golpe en el rostro que le propinara la canadiense Camélie Boisvenue. Del tatami se levantó con el coraje suficiente para devolver el golpe con su pie al rostro de la karateca rival y sumar los puntos que le convirtieron en la campeona.

“Tenía 6 años cuando descubrí el karate. Fue amor a primera vista. Mi mamá iba al gimnasio y un día que la acompañé me encontré que allí habían clases de karate. Desde ese momento me enamoré de este deporte”.

Su padre, José Echever, no estuvo de acuerdo por todo el contexto social que encierra la práctica de este arte marcial, “veía que era duro, especialmente por los golpes que se puede recibir en el combate”. Sin embargo, tuvo el respaldo incondicional de su madre, Mayra Marmolejo, quien la apoyó en todo momento al igual que sus hermanos José y Emilia. “Para mi hermano también es un poco complicado verme practicar el karate, pero igual me brinda su respaldo”.

En su hoja de vida constan varios títulos nacionales, el segundo lugar en los Juegos Bolivarianos en el 2013 y también la medalla de bronce en el Campeonato Panamericano realizado este año. “Esta medalla es la más importante de mi carrera, fueron cinco combates los que tuve que disputar y pelea a pelea fui sumando aciertos para conseguir el título”.

En ese camino enfrentó a la brasileña Isabela dos Santos, quien le había ganado en dos ocasiones anteriores. En esta vez, en las semifinales de los Juegos Panamericanos se tomó revancha al derrotarla 5 por 1. “A la canadiense nunca la había enfrentado, pero en esta categoría soy una de las más fuertes y le gané”.
Valeria Echever tiene un profundo agradecimiento a Luis Valdivieso, el entrenador de la Selección nacional. “Es un padre, ha estado en todo momento con nosotros, y el crecimiento deportivo que tenemos se lo debemos a él”.

El entrenador, en cambio dijo que Valeria “tuvo una actuación extraordinaria. Ganó esa medalla de oro con el corazón. Tras recibir ese golpe y caer, volvió a su posición inicial y luchó con perseverancia y convicción por ganar”.
El caso de Franklin Mina, el otro medallista de oro, fue diferente. Su primer combate fue contra el dominicano Anel Castillo, quien le ganó por 11 a 6. Uno de los favoritos parecía que se derrumbaba pero no fue así. Ganó con comodidad los dos siguientes combates, al brasileño Wellington Barbosa 8 a 0 y al canadiense Chistopher De Sousa, por 12 a 4.

En el combate final volvió a enfrentar al dominicano. “Cambiamos de estrategia y eso nos ayudó a superar sin problemas. Además le motivamos mucho a Franklin, los conozco a todos y sé de sus sentimientos y emociones”. En la final, Mina derrotó a Castillo por 6 a 2 y sumó el título panamericano al oro que ganó en los Juegos Bolivarianos en el 2013.

Valdivieso también estaba feliz por la medalla de Priscila Lazo, “hace ocho meses está en la Selección con nosotros. Dejó su casa en Guayaquil y se fue a vivir a Quito y en tan corto tiempo logró una medalla panamericana, eso me llena de orgullo”.
La otra presea la alcanzó Andrés Loor, que también llegó a las semifinales y logró la medalla de bronce.

El entrenador, que se inició como seleccionador en Pichincha, dijo que el nivel de competencia de los Juegos Panamericanos fue muy alto. “Estuvieron karatecas que están entre los 10 primeros en el mundo. Nosotros, con dos medallas de oro y dos de bronce estamos como segundo mejor equipo de América, solo nos superó Brasil”.

Como ese padre que conoce a sus hijos, fue quien brindó consuelo a Jacqueline Factos, que derramó lágrimas al mirar a sus compañeros en el podio. Ella no llegó ni a instancias finales. “No tuvo un buen día, creo que sintió presión”, sin embargo, también dijo que “hemos conversado con ella y le hemos dicho que no siempre se gana. Hoy no le tocó a ella”.
Jacqueline Factos había llegado el 9 de julio a Toronto para portar la bandera nacional en la ceremonia de inauguración. Ella dijo que no estaba presionada, pero el día de su participación en el tatami no se lució.

El entrenador Valdivieso estuvo cerca de que las lágrimas le traicionen porque esa noche, la del 25 de julio, en ese momento, mientras sus hijos que el deporte le dio, le brindaban esos triunfos, en Quito su hijo Sebastián asistía a su ceremonia de graduación. “Esto es así. El alto rendimiento es sacrificado, se pasa varios meses fuera de casa pero es un rol que decidimos asumir. Ahora recibimos ayuda económica del país y no podemos malgastar esos recursos. Debemos retribuir al pueblo ecuatoriano esa inversión con medallas”.
El karate no forma parte aún de los Juegos Olímpicos, por eso no irán el próximo año a Río de Janeiro. La Selección, luego de un descanso, se entrenará para el Open de Estambul y luego irán al Mundial.

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