El italiano Paolo Venturini se detuvo por unos minutos en el parque La Carolina, en Quito. A los costados aparece en la travesía que hizo por el desierto del Sahara, en el 2014.
Paolo Venturini, el deportista italiano que llegó al país para cumplir con un reto, tenía previsto descender el nevado más alto del Ecuador. Corre desde el 2 de diciembre.
Cansado, pero con ganas de terminar su reto: coronar el volcán Chimborazo. Así se encuentra el deportista italiano Paolo Venturini (46 años), que a finales de noviembre llegó al país para cumplir una nueva hazaña. El reto de recorrer el país, desde Guayaquil hasta Riobamba, lo inició el 2 de diciembre, a las 06:30.
Después de tres días de competencia, Jefferson Carrasco, gerente de Producto de Kao Sport Center, empresa que auspicia a Venturini, contó a las 11:07 de ayer (5 de diciembre) que el deportista se desplazaba desde Guaranda hacia el refugio del nevado Chimborazo. Su llegaba estaba prevista para las 23:00. El descenso será hoy, sábado 6 de diciembre.
Venturini escogió Ecuador como el destino de su aventura por las condiciones climáticas que ofrece y por la rapidez con la que varía la altitud. Guayaquil, por ejemplo, está a 4 metros sobre el nivel del mar, mientras que el volcán Chimborazo está a 6 268 metros sobre el nivel del mar. Para hacer más extrema su caminata y ascenso al volcán, el atleta nacido en Padua no utiliza oxígeno artificial ni tuvo mucho tiempo de aclimatación.
La única ventaja, por así llamarla, es que el deportista tuvo tiempo para conocer la ruta a breves rasgos. Lo hizo después de arribar al aeropuerto José Joaquín de Olmedo, a finales de noviembre.
Venturini también llegó a Ecuador por el anhelo de coronar al nevado más alto del Ecuador, el punto más alejado del centro de la Tierra, es decir el punto más cercano al espacio exterior.
Venturini es reconocido en su país por cumplir con retos extremos. Su última travesía la realizó en enero de este año, en el Sahara, donde recorrió 21 kilómetros en el desierto más famoso del mundo.
Antes, en el 2013, se convirtió en el primer hombre en correr a través del mayor lago salado de África del Norte. Él decidió hacerlo en el día más caluroso del año para aumentar el desafío. Los 73 kilómetros los recorrió en 11 horas con una temperatura que sobrepasó los 50 grados.
El deportista cumple su travesía asistido por un equipo de 10 personas que viajaron junto a él desde Italia. Lo acompaña también su novia Casimira, originaria de República Dominicana.