El fitness y el boxeo. Gimnasio The Ring. Foto: Diego Pallero/EL COMERCIO
¿Quiere bajar de peso y al mismo tiempo tonificar los músculos? Si es así, es hora de vendarse las manos y ponerse un par de guantes para practicar box.
En varios centros de acondicionamiento del país imparten esa disciplina para mejorar o mantener un estado físico óptimo, sin necesidad de ‘armar’ combates sobre un cuadrilátero o de terminar con el ojo morado.
En Quito, The Ring es uno de esos centros. Allí asisten deportistas de entre 10 y 60 años de edad, y todos se divierten mientras golpean los sacos que cuelgan del techo. Sebastián Vergara, practicante, cuenta que no existe límite de edad porque cada deportista trabaja a su propio ritmo.
Los ejercicios que ejecutan los participantes están basados en diversas técnicas utilizadas para entrenar a boxeadores profesionales, y es por ello que garantizan fuerza y tonificación de todos los músculos del cuerpo.
En esa disciplina se utilizan repetidamente giros que ayudan a definir el abdomen, los brazos, espaldas, piernas y glúteos. Además de eso, los movimientos trabajan la parte cardiovascular. De esta forma, los participantes queman calorías y van perdiendo peso.
Durante un entrenamiento de boxeo, el ritmo cardíaco se eleva. Eso significa que a medida que realiza los diversos ejercicios de la clase quema una gran cantidad de calorías. Además, los movimientos ayudan a que su corazón y su sistema respiratorio ganen fuerza.
El boxeo puede ser considerado como el mejor ejercicio para quemar grasa. Sin embargo, también puede ser una buena forma para mejorar su salud, estado físico y eliminar el estrés.
Con la guía del especialista y empleando la técnica adecuada aprenderá a moverse como un boxeador; realizará correctamente los golpes, bloqueos y movimientos de pies.
Las clases están enfocadas en la necesidad de cada deportista, sea hombre o mujer. Por ejemplo, existe una que se llama boxeo de sombra, que consiste en entrenarse frente a un espejo para ganar velocidad y resistencia.
Al inicio, los deportistas empiezan con clases ligeras que duran una hora y en donde llegan a quemar entre 500 y 700 calorías. Después, la intensidad aumenta, y al cabo de tres meses, están listos para deshacerse de entre 900 y 1 200 calorías. Ese nivel de excelencia se logra, advierte Vergara, asistiendo a los entrenamientos todos los días.
En esta disciplina, al igual que en el yoga o en el levantamiento de pesas, los deportistas necesitan la guía de un especialista para evitar lesiones. Un mal golpe en el saco puede, incluso, provocar fracturas.
“Hay que tener una técnica apropiada para golpear el saco, no es que uno llega y le puede pegar como quiera”.
Para evitar lesiones también se solicita al deportista vendarse las manos para bloquear movilidad en las muñecas e impedir que se doblen con facilidad; y para proteger los dedos. La venda es la primera protección, después siguen los guantes.
Es importante también calentar y estirar los músculos del cuerpo. Lo puede hacer saltando soga, subiendo y bajando por escaleras o trotando.