Marlon Aguas alista sus golpes para el guyanés Vivian Harris

Marlon Aguas se entrena a diario en el gimnasio de La Tola. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO

Marlon Aguas se entrena a diario en el gimnasio de La Tola. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO

Marlon Aguas se entrena a diario en el gimnasio de La Tola. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO

Suena el hip hop en el gimnasio de boxeo de La Tola, mientras el cuadrilátero principal vibra con los golpes de
Marlon Aguas y Alexander Espinoza. Ambos se entrenan antes de sus peleas del próximo sábado en el Julio César Hidalgo.

Desde esta semana, los entrenamientos se han intensificado. Aguas, a quien en el mundo del boxeo conocen como
'La Furia' peleará ante el guyanés Vivian Harris, por el título sudamericano de peso welter (147 libras).

Para conseguir este anhelado título, Ramiro Delgado, representante de los boxeadores tricolores, contrató al entrenador panameño Francisco Asprilla. En estos días, el adiestrador ha buscado la forma de mejorar la velocidad y la fuerza de Aguas y de Espinoza. "Esta es la segunda vez que vengo a entrenar a Marlon. Es un buen boxeador y hay que darle la oportunidad para ver qué pasa. Por ahora, nuestro trabajo es buscarle velocidad de manos y piernas para que el día de la pelea lo haga bien", dice Asprilla, quien conversa con
EL COMERCIO y a la vez controla de reojo que sus pupilos cumplan con su exigente trabajo en el cuadrilátero.

Mientras Aguas, Espinoza y Asprilla están concentrados en el entrenamiento, en el otro lado del ring, el empresario Delgado no abandona su teléfono. El móvil le sirve para coordinar detalles logísticos de la velada boxística. "La inversión es fuerte. Casi no vamos a tener premio. Lo único que queremos es que Aguas se lleve el título", dice Delgado mientras hace una pausa en sus conversaciones telefónicas. Según el empresario, la programación deportista costará USD 90 000.

Para 'La 'Furia', volver al escenario donde empezó su carrera profesional hace dos años será especial. Ahora se enfrenta a Harris, que a sus 38 años todavía está vigente en el circuito internacional. El combate será un duelo de estilos diferentes.

El imbabureño de 26 años es fajador (prefiere el combate directo, no se esconde). Según su entrenador, Aguas combina bien la velocidad y la fuerza. Además, se mueve bien alrededor del cuadrilátero y esto puede complicar a su contrincante.

Pero el combate no será fácil. El guyanés tiene más recorrido. Su récord es de 32 victorias en 46 combates. Solo ha perdido en
11 ocasiones y fue campeón mundial en el 2002. Para contrarrestar la experiencia, Asprilla busca velocidad. "A un boxeador de experiencia siempre hay que tenerle cuidado. Ha sido campeón mundial y nos debemos cuidar de los golpes largos. Hay que trabajar en los golpes en la zona media", dice Asprilla.
Desde que Aguas se hizo profesional, solo ha perdido una pelea.

Esto ocurrió en marzo de este año en Estados Unidos, ante el ucraniano Iván Golub. Ese día el boxeador tricolor no pudo terminar la pelea. Una lesión en su hombro lo obligó a salir del cuadrilátero. Pero ya está recuperado y quiere una revancha.
"Estoy agradecido con Dios por esta nueva oportunidad que me ha dado el boxeo. Ahora quiero que la gente me apoye porque quiero que el cinturón se quede en Quito", dice Aguas.

Aguas ama el hip hop. La música lo relaja y le permite concentrarse en cada golpe. Asegura que es apenas un detalle, que lo que realmente importa es cada movimiento en el ring. Sin embargo, en cada descanso de un minuto que Asprilla le da al púgil, baila con la cabeza al ritmo que sale de un pequeño parlante que lo lleva a todo lado. Este aparato es su compañero de entrenamiento.

Suplementos digitales