Los participantes del Ironman 70.3 Ecuador dejaron sus bicicletas en el punto de transición de la carrera. Foto: David Paredes / EL COMERCIO
Los controles de las bicicletas son exhaustivas en la puerta de la zona de transición. Dos personas son las encargadas de revisar frenos, la numeración y las pulseras de los atletas.
La hora de inicio para entregar las bicicletas, que pasarán la noche en un parqueadero aledaño de Playa Murciélago, era a las 12:00. Pero la gente llegó a partir de las 15:00 y esto género tumultos, ya que la gente tenía dos horas para cumplir con este reglamento que Ironman impone en cada una de sus carreras.
Manuel Calisto, un reconocido deportista de aventura, también tuvo que esperar en la larga fila. Llegó solo con su bici y con la expectativa de su primer triatlón.
“En aventura no hay mucha diferencia. Se corre y se pedalea, pero con otra bici. Veamos como me va, si me gusta me cambio de deporte”, aseguró Calisto, quien el año pasado estuvo en el Mundial de Aventura que se realizó en el país.
Algunos deportistas aprovecharon el tiempo para afinar los últimos detalles de sus bicicletas, revisar pedales y los cables de los frenos.
Incluso algunos tuvieron que cambiar piezas a ultima hora. Llegaron en grupo y en familia.