Recorridos por senderos de Costa, Sierra y Amazonía se realizan permanentemente. El fin de semana pasado, BiciAventura organizó un paseo que partió de Guano y llegó a Baños de Agua Santa. Fotos: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Las aventuras en bicicleta permiten conocer lugares pintorescos: poblados con coloridas casas, grandes iglesias entre minúsculos poblados, senderos que parecen seguir siempre el curso del río, cascadas en medio de montañas y hasta miradores escondidos para descansar bajo la sombra de los árboles…
En las caravanas rodantes se prefieren los caminos menos transitados, fuera de las vías principales para también evitar los autos, las camionetas y los camiones. Por su puesto, para arribar a Baños de Agua Santa desde Guano, como en el recorrido que realizaron 37 ciclistas en una iniciativa de BiciAventura, la semana pasada, también debieron pasar por las vías asfaltadas.
A pesar de aquello, los senderos de tierra, por donde rara vez transita un auto, son los preferidos por los grupos que organizan paseos turísticos en bicicleta.
Algunos participantes acuden a estos encuentros ciclísticos con recelo, con algo de incertidumbre por desconocer las rutas alternas por las que se transita para llegar a un destino determinado, pero generalmente finalizan con una sonrisa y muchos amigos.
Algo así les ocurrió a Juan Carlos Tipás, un arquitecto de 34 años, y a su sobrino Mateo, de 12. Ambos participaron por primera vez en un paseo masivo.
La mayoría de ciclistas, hombres y mujeres de toda edad y condición física, partieron en un autobús desde Quito. Las bicicletas se fueron en un remolque adaptado para transportarlas sin riesgos.
Al mediodía del sábado llegaron a Guano, en Chimborazo, donde empezó su aventura de dos días.
En el primer tramo, después de salir desde el parque principal del cantón que es conocido por los artículos en cuero y las deliciosas cholas (un pan relleno con raspadura), los ciclistas recorrieron por Santa Marianita de Pungal, Pungal Alto, Los Elenes, Cubijíes, Guanando, Caguají y otras poblaciones hasta llegar a Baños, tras 58 kilómetros.
Ya en la turística ciudad ubicada a los pies de la ‘Mama’ Tungurahua, donde la diversión siempre está garantizada, los aventureros descansaron en hoteles, hostales y hasta en carpas al aire libre. El hospedaje no estaba incluido en el precio del paseo, que sí ofrecía un carro escoba para recoger a quienes ya no avanzaban; refrigerios, asistencia mecánica…
Luis Pérez, el organizador, generalmente cierra el grupo y acompaña a los rezagados. Él siempre va en bicicleta y hasta les enseña a los turistas técnicas para mejorar su estabilidad sobre la bicicleta.
Al día siguiente, los ciclistas se levantaron temprano y después de un buen desayuno pedalearon otros 24 kilómetros hasta Patate, donde finalizó el paseo.
Esa salida fue para personas con experiencia, de un nivel físico y técnico medio, porque el recorrido contó con cuestas. Además, en gran parte del camino hubo arena, lo que dificultó el transitar de las bicicletas.
En este grupo realizarán 24 salidas en el año a las distintas ciudades establecidas. Ellos están como BiciAventura, en Facebook, y organizaron su primer recorrido hace 9 años.
BiciEcuador es otra opción para recorrer el país por senderos de Costa, Sierra y Amazonía.