Chalá (tercero desde la izq.) y los finalistas del salto alto, categoría 35 años, en Corea. Facebook de Goodman Chalá
Goodman Chalá fue quinto en la prueba de salto alto del Mundial de Atletismo Máster bajo techo, que se disputa en la ciudad de Daegu, Corea del Sur.
En la competencia terminó con un registró de 1,68 m. El francés Laurent Jobard, quien saltó 1,92 m, se coronó campeón mundial.
El ecuatoriano, de 39 años, no pudo repetir su marca de 1,85 metros, que le habría significado un lugar en el podio, como ocurrió en el 2012, cuando se coronó campeón sudamericano.
“Me preocupa el tiempo muy corto que tendré para adaptarme al uso horario de Corea, hay una diferencia de 14 horas”, dijo la semana pasada, antes de marcharse.
Sin embargo, en la competencia sacó provecho de su 1,98 metros. Participaron 16 saltadores de América, Europa y Asia. El ecuatoriano llegó a la ronda final, donde terminó en quinto lugar.
“Si termino en octavo lugar será meritorio por el nivel de competencia”, dijo Chalá, antes del viaje.
El viernes participará en la prueba del salto triple, donde su mejor registro es 13,10 metros. Con esa marca ganó el Campeonato Sudamericano realizado en el 2014.
Chalá es el único representante ecuatoriano en Corea del Sur. José Quiñalisa, atleta de medio fondo, que reside en España, no pudo confirmar su participación.
Goodman Chalá jugó fútbol hasta los 15 años. Recibió consejo de su prima Liliana Chalá –quien corría 400 metros vallas y fue olímpica en Barcelona 1992– quien le sugirió que se dedicara al atletismo. “Como deportista de élite, mi mejor marca fue 2,03 metros“, recordó quien ahora trabaja con Edmundo Hidalgo.
En el 2012 volvió al atletismo en la Categoría Máster. “He ganado medallas de oro en México, Colombia, Chile, Perú y el título de campeón sudamericano”.
Entre el 2015 y el 2016 trabajó como preparador físico de la selección nacional de boxeo, cuyos cuatro integrantes se clasificaron a los Juegos Olímpicos Río 2016. “Nunca dejé de entrenarme, mientras trabajaba con los chicos de boxeo buscaba un tiempo para trabajar la parte física”. En el último semestre se entrenó en la pista Los Chasquis, en dos jornadas diarias.
Se trata de la primera incursión de Chalá en un Mundial. Hace dos años se clasificó, pero no recibió los recursos económicos para financiar su viaje a Francia.
Esta vez recibió respaldo económico de la Armada del Ecuador, entidad de la que forma parte, y del Banco General Rumiñahui. “Ingresé a la Armada gracias al atletismo y nunca me arrepentí de haber dejado el fútbol. Soy infante de Marina y eso es un orgullo”. Y siempre recuerda a sus padres, que también le apoyaron en su carrera.