El guayaquileño Sebastián Guevara, de 18 años, exhibe la medalla de oro mundial. Foto: cortesía del deportista
Hace cuatro años, Sebastián Guevara incursionó en el jiu-jitsu, invitado por su amigo, Juan Carlos López. Llegó por curiosidad a la academia Alliance Puerto Azul (ahora Alliance Alfa), pero no pensó que este deporte se convertiría en parte de su vida.
Se prepara cuatro horas al día con los técnicos
Fawel Abramowicz y Alberto Mármol. Después de los entrenamientos, imparte sus conocimientos a los practicantes de las categorías menores de la academia. Esa actividad le permite reunir dinero para costearse los viajes al exterior.
Con 18 años de edad se consagró campeón Mundial de jiu–jitsu en la categoría 77 kilos, cinta violeta. Ese éxito lo alcanzó el pasado 22 de abril, en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos. El lunes 25 retornó a Guayaquil y de inmediato retomó su preparación para sus siguientes torneos.
Entre el 12 y 15 de mayo competirá en el Miami Open, en Estados Unidos. En junio asistirá a otro Mundial en California; mientas en septiembre intervendrá en el Panamericano con sede en Nueva York. Para esos certámenes, espera contar con el auspicio de alguna empresa pública o privada.
Él se lamenta porque, hasta ahora, “no tengo patrocinadores” menciona el deportista. Al Mundial viajó con los gastos pagados porque ganó el selectivo que se desarrolló en Guayaquil. Para el Panamericano, en cambio, requiere USD 1 200 y deberá cubrirlo con su dinero y con la ayuda de su padre, Luis Guevara.
El jiu-jitsu es un arte marcial que combina la firmeza con la flexibilidad. Se trata de un combate sin armas. Las técnicas básicas incluyen luxaciones articulares, golpes, patadas, rodillazos, esquivas, empujones, proyecciones, derribos y estrangulamientos.
Guevara, quien hace dos años fue subcampeón mundial juvenil (cinta azul), es el segundo ecuatoriano que obtiene un título mundial en jiu–jitsu. Hace unos seis años,
Francisco ‘Siniestro’ Iturralde fue el primero en alcanzarlo.
En Abu Dhabi, el guayaquileño se proclamó campeón tras ganar cinco combates. El éxito lo dedicó a los damnificados por el terremoto en Ecuador de 7.8 grados en la escala de Richter, registrado la noche del pasado sábado 16 de abril del 2016. Él se lamentó por la situación que viven especialmente los manabitas y esmeraldeños.
En su categoría se inscribieron 34 competidores, quienes se eliminaron mediante llaves. Las medallas de plata y bronce fueron para el sueco Emad Omran y el brasileño Breno Ricalde Maciel, en ese orden.
Para alcanzar el título en el denominado World Pro Jiu Jitsu Championship, el ecuatoriano intensificó su preparación en los últimos tres meses. “Hubo mucho sacrificio para hacer realidad el objetivo, todos los rivales mostraron un excelente nivel”.
El campeón mundial aún recuerda que cuando incursionó en el
jiu-jitsu cursaba el segundo año en la Unidad Educativa Javier. Su amigo, Juan Carlos López, estaba en el tercer año. “Él tiene excelentes condiciones técnicas, pero ha tenido mala suerte en los combates”.
En su criterio, el jiu-jitsu no tiene apoyo en Ecuador. En la actualidad, hay unos “300 competidores en los torneos nacionales”. Este año compaginará el deporte con sus estudios en la Universidad Ecotec de Guayaquil. Seguirá
Negocio Internacional y espera contar con el apoyo de las autoridades académicas para sus viajes al exterior.
Aparte del jiu-jitsu, le gusta el fútbol e incluso se confiesa hincha de Emelec. Como deportista élite, pone énfasis en su cuidado personal y maneja un control estricto respecto del tema nutricional.
Guevara anhela que el jiu-jitsu tenga mayor acogida de los diferentes sectores sociales y que cada vez gane espacio a escala nacional. En su criterio, en el país existen practicantes de este deporte marcial que puede ser protagonistas en los certámenes mundiales. “El jiu-jitsu de Ecuador tiene dos campeones mundiales”. James Robert Saa, otro ecuatoriano, obtuvo el subtítulo mundial en la categoría de Maestros 1, cinturón café, en los 85 kilogramos.