Para mí, la libertad es todo lo que se pueda hacer sin invadir el espacio de la otra persona. Es disfrutar de cada una de las tareas, cumpliendo a cabalidad y con toda confianza.El deporte es el mejor espacio para sentirse libre, porque allí hay sinceridad. Aunque parezca loco, cuando más agotado me siento en una ultramaratón, más disfruto de la competencia. El apoyo de la familia me ayuda llegar a la meta.Es sacrificado recorrer 100 kilómetros, pero, al cubrir esa distancia, siento que soy libre porque nadie me detiene en mi objetivo, ni siquiera el cansancio. Allí, cada atleta se enfrenta a sí mismo.El deporte forma el carácter y la personalidad para tomar buenas decisiones en la vida. Gracias a la libertad se puede disfrutar de la disciplina que le gusta, respetando los reglamentos y acatando cualquier otra disposición de sus superiores.En definitiva, para sentirse libre hay que respetar a los demás. Mientras no invada la privacidad de nadie yo disfruto la libertad a mi manera. Eso inculco a mis hijos y a todos mis amigos.