El jugador del IDV, Daniel Librado Azcona, es nacionalizado ecuatoriano. Foto: API
Daniel Librado Azcona, la figura de Independiente del Valle en la clasificación a los cuartos de final de la Libertadores, es el futbolista del momento. Al golero le buscan hasta las cámaras de farándula. El paraguayo nacionalizado ecuatoriano, de 32 años, bromea y dice que es tímido para ese tipo de entrevistas. Es serio, pero puertas adentro es el líder de los jóvenes. Habla mucho. Da el grito de guerra antes de salir a la cancha y atraviesa uno de los momentos más felices en su carrera.
¿Fue el mejor partido de su carrera ante River Plate?
En un torneo internacional creo que sí. Me quedo con este lindo partido. Por todo lo que se ha jugado (la clasificación a cuartos de la Libertadores).
¿Hay similitud con el partido del 2009 cuando jugaba en Liga de Loja y enfrentó a Independiente?
Claro que me acuerdo perfectamente de ese partido donde Independiente, estando yo en Liga de Loja, nos ganó 1-0 con gol de Yason Corozo (fallecido). Fue faltando cinco minutos para que se acabe el partido y significó el ascenso.
¿Qué le dijo Andrés D’Alessandro en el juego?
Solamente me dijo que la estaba rompiendo en el partido. Que no dejaba pasar ni el viento. Y me felicitó.
¿Nadie le insultó?
No. Nada que ver. D’Alessandro fue todo un caballero.
¿En qué jugada sintió que clasificaban?
La verdad, en cada balón tratamos de pensar como si fuera el último para lograr la meta.
En redes sociales comenzaron a hablar de Azcona ¿Algún amigo le escribió?
Sí. Siempre están en contacto conmigo muchos amigos. También, tengo un amigo de la infancia que estuvo en el estadio (Monumental) apoyándome y eso fue lo más lindo. Siempre nos reunimos cada vez que voy a Paraguay en diciembre. Son varios.
¿Qué rituales realiza?
No. Nada. Solamente pedirle al Dios Todopoderoso que nos ilumine antes de los partidos. No hay ritual. Siempre rezamos antes de cada partido.
¿Cuál es la clave para su buen momento?
El preparador de arqueros, Johvani Ibarra, nos está teniendo muy bien. Además, el trabajo que cada uno de nosotros ponemos. El esfuerzo que cada día hacemos en los entrenamientos.
¿Por dónde pasa el convencimiento del equipo?
Por la madurez. El convencimiento pasa porque los jugadores quieren conseguir algo histórico con el club. De a poco se lo va consiguiendo, pero muy conscientes que tenemos un largo camino por recorrer todavía. Por eso hay que ir paso a paso, pero muy seguros.
¿No puede afectar la cantidad de partidos?
Lo importante es el cuidado personal. El descanso, la alimentación. Si uno está llevando una vida sana al final no se siente tanto el desgaste por la cantidad de partidos.
¿La bota en el tobillo es cábala?
La bota la tengo porque en el partido que habíamos jugado con River Ecuador, en Guayaquil, me había torcido el tobillo y no he tenido tiempo de recuperarme. Sin esa bota que tiene que apretarme bien el tobillo no puedo jugar.
¿Y la Virgen de Caacupé?
Siempre la llevo al camerino. Es una Virgen de Caacupé. Es una imagen como la que lleva cada uno de los muchachos. Su imagen siempre me acompaña a todas partes.
¿Es verdad que le regalaron un sucre (moneda) cuando se nacionalizó?
Sí. La verdad que tengo todavía algo más de la hinchada que me regaló. Esos son gestos muy lindos de la gente.
¿Ahora tiene que pelear un puesto en la Selección?
Estoy consciente que hay tres buenos arqueros en esa lista como es Domínguez, Dreer y Banguera. El profesor (Gustavo Quinteros) se está rompiendo la cabeza para decidir a quien sacar. No es nada fácil. Los que nombré también están pasando un buen momento.