Daniel Carrión se ve tan cómodo sentado sobre un arnés de seguridad que pareciera estar plácidamente en una silla. Allí permanece colgado de dos a tres horas, sostenido con una cuerda y argollas en una pared artificial.
Él es el encargado de abrir las rutas para los campeonatos nacionales e internacionales de escalada.
Durante la presente semana, Carrión se dedicó a esa actividad en el muro artificial de 15 metros de la Federación Deportiva del Azuay. Allí serán las competencias de escalada dentro de los Juegos Nacionales Juveniles, entre el 8 y el 12 de este mes.
Su trabajo requiere de zapatos adecuados, un taladro percutor, llaves hexagonales ….
En un bolso lleva las presas, que son colocadas en la pared (por lo general son tableros), con tornillos o pernos. Esa labor la cumple desde el 2000. Hace cinco años fue nombrado jefe de armadores de la Federación Ecuatoriana de Andinismo y Escalada. A comienzo de cada año capacita con cursos a otros abridores de ruta de país, cuyo promedio es de 10 personas.
Su labor también se expande por América, puesto que en el 2007 obtuvo una certificación internacional. Ha sido requerido en Venezuela, Chile, Perú y Guatemala. Y no abre únicamente rutas en paredes artificiales, también lo hace en rocas naturales, como el Cerro de Cojitambo, en Cañar.
Carrión, mientras acomoda su larga cabellera con los dedos de sus manos, asegura que su trabajo requiere de constante entrenamiento. Antes de colocar las presas debe conocer para qué tipo de certamen alista la ruta, las categorías de los deportistas participantes, la inclinación de la pared…
Su actividad se basa en los conocimientos básicos de los cursos y de la experiencia como exdeportista. También incide la práctica constante. En Ecuador la apertura de vías se lo hace en los niveles 6 A, 7 A y 8 A, que son los más utilizados. En los torneos internacionales se llega hasta el nivel 15 A.
Según Carrión, en las rutas difíciles se escogen presas que sean de un solo agarre, que no puedan hacer cambio de manos. Se considera la distancia entre una presa y otra.
La apertura de rutas es para las modalidades de dificultad y boulder. En velocidad no hay problema porque las vías están homologadas y se sabe en qué posiciones van las presas.
Carrión sabe que las paredes de escalada de Guayaquil, Quito y Cuenca tienen 20, 18 y 15 m de altura, en ese orden. Allí se colocan entre 50 y 30 presas, en promedio. Las rutas largas son de resistencia y las cortas son explosivas.
En esta labor incursionó por completo a partir del 2004, tras retirarse de las competencias como campeón nacional de escalada. Quería mantenerse cerca de esta disciplina y lo logró. Ahora es el sustento económico de su familia. Aún recuerda que a los 8 años salía con su padre, hermanos y primos a acampar en las montañas y escalar en las rocas.
En la actualidad este cuencano de 36 años, aparte de abrir rutas, es entrenador de escalada, practica montañismo, gran pared, cinta floja, kayak, ciclismo de montaña, buceo y escalada en hielo. Su meta próxima es ir a Pakistán para escalar en grandes rocas. Ya lo ha hecho en Estados Unidos y en Argentina. Es licenciado en Turismo.
24 años tenía cuando dejó de ser seleccionado de escalada.