Hay cuatro tenistas que están en otro nivel, tras ver la disputa del Abierto de Australia y que consagró nuevamente al cada vez más sólido Novak Djokovic.
Ese es el análisis que hace el sueco Mats Wilander, ex número uno del mundo.
Djokovic es “un arquero de hockey sobre hielo que se dedica a rechazar pelotas, todo le rebota”, dijo el tricampeón de Roland Garros. Federer es “un jugador de pimpón, está jugando de sobrepique casi todos los tiros, acelerando el juego de una manera increíble”.
Murray es un “embaucador”, añadió el sueco. “Es como ese vendedor que está en una esquina, se abre la chaqueta y te dice aquí tengo los relojes falsos, y se abre el otro lado y te dice y aquí están los buenos’. No sabes a qué juega, creo que a veces ni él lo sabe”.
Nadal es “un caballo de carrera, corre hasta que no puede más y explota”, indica en su análisis.
A Wilander le gusta provocar, pero más allá de pequeñas exageraciones y cierto trazo grueso, difícilmente se pueda cuestionar lo que sabe de tenis.
Y el tenis que ve el sueco es cada vez más clasista. Por un lado están Djokovic, indiscutible número uno del mundo, Federer, Murray y, aunque haya dudas de cara a su regreso, Nadal.
Luego hay un abismo y más atrás aparecen otros nombres como los de David Ferrer, Tomás Berdych, Juan Martín del Potro o Jo-Wilfried Tsonga.
La paliza de 89 minutos de Djokovic a David Ferrer en las semifinales de Australia hizo sonar las alertas. ¿Cómo es posible que el número uno vapuleé al cinco -hoy ya cuatro? ¿Cómo es posible que solo le ceda cinco juegos? “Es que son muy buenos. Son mucho mejores”, fue la sencilla y resignada explicación de Ferrer.
Sin embargo, no fue solo el español la demostración de la gran brecha que separa a los cuatro de arriba del resto. Berdych tenía en cuartos de final la oportunidad de aprovechar el desgaste físico de Djokovic tras la batalla de cinco horas ante el suizo Stanislas Wawrinka en octavos. Sin embargo, una vez más demostró contar con tanto talento como poca madurez mental.
Del Potro, en el que debía ser su gran inicio de año tras proponerse entrar en el grupo de arriba, decepcionó con uno de esos tropiezos que los grandes no se deben permitir, una derrota en tercera ronda ante un número 36 del mundo el francés Jeremy Chardy.
¿Y Tsonga? “Es un diamante en bruto que conmueve a Martina Navratilova ante el sonido que genera el seco de sus golpes”.
Las posiciones El español David Ferrer arrebató ayer a su compatriota Rafael Nadal el cuarto puesto de la clasificación de la ATP, que le han permitido recuperar su mejor ‘ranking’ personal logrado en el 2008.
El serbio Novak Djokovic se mantiene una semana más al frente de la clasificación ATP.