Iván Vasco, presidente del Deportivo Quito, aseguró que “haría lo imposible” por cancelar una parte de los salarios atrasados a los jugadores. Lo hizo en una entrevista a Radio La Deportiva, el lunes por la mañana. Pero la noche del jueves, los futbolistas experimentados del equipo chulla denunciaron que esto se incumplió y se sentían abandonados por los directivos.
En una improvisada rueda de prensa en el Complejo de Carcelén, ellos criticaron formalmente la gestión de la directiva liderada por el economista. “Todos los jugadores nos sentimos molestos por esta y otras situaciones. Estamos solos”, expresó molesto Luis Checa. A él lo acompañaron Giovanny Espinoza, el capitán Jorge Guagua y el arquero uruguayo Fabián Carini.
Antes de estas declaraciones, los futbolistas esperaban a Vasco para reunirse con él y sus colaboradores con el propósito de hallar una salida a la falta de pagos. De lo contrario habían advertido que no jugarían el partido de mañana ante Emelec.
El principal directivo de los azulgranas no acudió a esa reunión. Argumentó que faltó por problemas de salud. Solo fue Diego Pabón, quien ayer renunció a sus cargos de vicepresidente del club y titular de la Comisión de Fútbol.
La falta de solución para cancelar los sueldos atrasados de la plantilla le restó credibilidad a Vasco. También su falta de diálogo con el grupo, según algunos jugadores.
Vasco asumió la dirección del club en enero de este año y reconoció que Deportivo Quito arrastraba deudas que podían ser controladas. “Existen deudas en la Federación Ecuatoriana de Fútbol. Pero todos los problemas financieros son manejables. Hemos establecido que una nueva Comisión de Pasivos resolverá estos inconvenientes”, le dijo a este Diario, el 28 de diciembre del año pasado.
Sin embargo, esta afirmación contrasta con la realidad actual del equipo quiteño que participa en el Campeonato Ecuatoriano. El conjunto chulla arrastra un déficit que asciende a los USD 4 millones, el que incluye un monto de USD 1 160 000 por demandas presentadas en la Ecuafútbol por parte de empresarios, exjugadores y exentrenadores del plantel.
La Comisión de Pasivos fue encargada a Fernando Mantilla, quien argumentó que esta solo debía cancelar pagos a exacreedores y bancos que sustentaron las campañas de la ‘AKD’ en años pasados. Señaló que esta no debía resolver las deudas en la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
Vasco dio su explicación ante la crisis económica. Dijo que en los primeros meses de este año han aparecido deudas que no estaban contempladas en el nuevo modelo de gestión implementado para sostener al equipo.
Él confía en que los apuros económicos se resolverán a mediano y largo plazos. Para ello, se realizan gestiones para buscar auspiciantes que financien al plantel quiteño. Entre tanto, los jugadores se quedaron en medio del conflicto: ellos se presentarán mañana ante Emelec, pese a que no reciben sus pagos. Según Checa, a los integrantes del año pasado se les adeudan montos desde septiembre. Esta temporada, no se han cancelado los salarios de febrero y marzo.
Otro factor por el que los jugadores empezaron a desconfiar del dirigente es su falta de comunicación con los futbolistas. Según un grupo de ellos, Vasco no acude a los entrenamientos y “no da la cara” ante la crisis económica.
“Nos molesta, entre otras cosas, que no aparecen para dar soluciones a la falta de pagos”, denunció Giovanny Espinoza, exseleccionado ecuatoriano. En cambio, el mediocampista Álex Colón reveló que los dirigentes no contestan sus teléfonos móviles. “Es algo que incomoda”.
¿Quién es?
Es el presidente del Deportivo Quito desde inicios de este año. Fue el único que se presentó como candidato a este cargo en la única lista acreditada para las elecciones del conjunto azulgrana. Reemplazó a Fernando Mantilla.
¿Qué hizo?
No asistió a una reunión de los jugadores del Quito, quienes exigieron que se les cancelaran deudas atrasadas para jugar ante Emelec. Argumentó que tuvo problemas de salud.
¿Qué dijo?
Expresó que en su gestión aparecieron deudas que no se contemplaron en la planificación y que han impedido cumplir con el nuevo modelo de gestión para sostener al club. Según Vasco, este modelo está en marcha y servirá para hallar un equilibrio a los apuros económicos del plantel.