Conozca las sorpresas de la Copa América de Chile 2015

El delantero chileno Alexis Sánchez (der) y el defensa mexicano Julio César Domínguez (2 der) durante el partido Chile-México, del grupo A de la Copa América de Chile 2015, en el estadio Nacional Julio Martínez.  EFE

El delantero chileno Alexis Sánchez (der) y el defensa mexicano Julio César Domínguez (2 der) durante el partido Chile-México, del grupo A de la Copa América de Chile 2015, en el estadio Nacional Julio Martínez. EFE

El delantero chileno Alexis Sánchez (der) y el defensa mexicano Julio César Domínguez (2 der) durante el partido Chile-México, del grupo A de la Copa América de Chile 2015, en el estadio Nacional Julio Martínez. EFE

Una serie de sorpresas se han registrado en la Copa América que se desarrolla en Chile

Colombia cayó con la sorprendente Venezuela; la gran favorita Argentina apenas empató con Paraguay, mientras que Bolivia dio la nota y cargó con Ecuador, y por si fuera poco México amargó a Chile.

Y además ninguno de los favoritos que ganó lo hizo claramente: Brasil sufrió ante Perú y Uruguay penó más de la cuenta con Jamaica.

La Copa América en Chile está demostrando que las distancias entre las selecciones de la región se acortan cada vez más, como también lo demuestran sus muy complicadas clasificatorias a los mundiales.

Y si no que lo diga Chile. El anfitrión había preparado una fiesta por todo lo alto para festejar el boleto a cuartos, pero atragantó la celebración con una selección B de México, habitual invitada a la Copa América, cuya figura es un argentino nacionalizado, Matías Vuoso, autor de dos goles en el empate 3-3 la noche del lunes en el estadio Nacional de Santiago.

Las diferencias, medidas por figuras, son enormes: 'La Roja' tiene jugadores de la elite mundial como el delantero Alexis Sánchez (Arsenal), el volante Arturo Vidal (Juventus) y el golero Claudio Bravo (FC Barcelona).

México, en cambio, que ha reservado a sus estrellas para la Copa Oro de la Concacaf, cuenta con mayoría jóvenes con escaso roce internacional, y encima se lesionó el veterano Rafa Márquez, un símbolo histórico para los aztecas.

No solo la altura
La selección de Bolivia, una de las cenicientas de la región, ganó el lunes ante Ecuador 3-2 su primer partido en una Copa América desde 1997 y está al borde de la clasificación a cuartos de final tras igualar en el debut 0-0 con México por el grupo A.

"Vi a gente que tuvo poca fe en lo que podía hacer Bolivia (en el torneo) pero nosotros demostramos con trabajo que podíamos", dijo el DT de Bolivia, Mauricio Soria, quien sostuvo que
"ganarse el respeto es muy bueno pero no alcanza".

Sus rivales deberán tomar nota ahora que no es la altura de La Paz, a 3 600 metros sobre el nivel del mar, su mejor estrategia de juego.

Otro batacazo fue el de Venezuela ante Colombia. Un clásico en el que los llaneros habitualmente redoblan sus fuerzas, se concentran especialmente y así lograron un triunfo inestimable, pese a que enfrente amenazaba una de las favoritas a ganar la Copa con un ejército de estrellas con valoración millonaria.

Ni los colombianos James Rodríguez, figura del Real Madrid, ni Radamel Falcao García, del Manchester United, hicieron pie en el estadio El Teniente de Rancagua, donde un espigado delantero venezolano, Salomón Rondón (Zenit de Rusia) inesperadamente se llevó todas las palmas y todos los focos.

A Brasil le costó un Perú ganarle a la selección inca, que le dio batalla pareja y constante y solo por una genialidad de Neymar previa al gol, la verdeamarilla se llevó el triunfo con el último suspiro.

Argentina amenazó con encajarle una goleada histórica a Paraguay con un Lionel Messi encendido pero casi se queda sin nada tras la remontada guaraní en la segunda etapa, mientras los albicelestes terminaron el duelo en estado de desorientación total.

La Copa América de Chile 2015 reafirma que ninguna clasificatoria o copa continental es tan complicada como la sudamericana: en Europa se pueden medir, por ejemplo, la poderosa Alemania, campeona del mundo, con la extremadamente débil Gibraltar. Una diferencia abismal.

Los futbolistas sudamericanos son cada vez más gravitantes en poderosos equipos europeos y los del segundo escalón se nutren de figuras emergentes que luego descargan su experiencia en sus respectivas selecciones.

La casa sudamericana está revuelta y aún faltan Messi, James, Cavani y compañía para poner orden. ¿Podrán?

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