Aunque muchas películas de Hollywood muestran a las autopistas estadounidenses como escenarios frecuentes de vertiginosas persecuciones, la realidad del tránsito vehicular en esas vías dista mucho de las imágenes mediáticas.
Quienes han tenido la oportunidad de manejar en ese país, en ciudad o en carretera, habrán notado que, incluso en los embotellamientos, la mayoría de conductores mantiene una actitud relajada que permite que el tránsito fluya de manera ordenada. Y cabe mencionar un ejemplo puntual: cuando alguien necesita cambiar de carril, al encender la luz direccional esta acción no se interpreta solamente como una intención, sino como una comedida solicitud a otro conductor de que le ceda el espacio, lo cual suele tener la respuesta esperada.
Y no es que allá no maneje gente imprudente o no ocurran accidentes de tránsito, pero su incidencia es mucho menor. De hecho, la cantidad de accidentes que dejan muertos y/o heridos es muy baja en relación con el número de desplazamientos en auto.
Una de las claves para llegar a ello está en la cortesía, respeto y consideración que los automovilistas demuestren hacia los demás usuarios viales. Vale la pena emular los buenos comportamientos.