La selección de fútbol está conformada por las jugadoras que militan en los clubes amateurs del campeonato nacional. Fotos: Enrique Pesantes/EL COMERCIO
Vanesa Arauz se reunió con Santiago Morales, de Independiente del Valle, para brindarle asesoría sobre la creación de un equipo femenino. Ese es uno de los requisitos que solicitan la Conmebol y la FIFA para obtener la licencia de clubes, a partir del 2019.
La entrenadora de las selecciones femeninas del Ecuador, le recomendó hacer un trabajo con dos ejes. El primero es crear un equipo formativo, con niñas, en un proyecto de fútbol base. El segundo punto es una alianza con algún equipo amateur ya existente, para la competencia mayor.
Independiente le consultó las provincias en las que hay más chicas para trabajar, la cantidad de jugadoras, el tipo de metodología de trabajo…
Este año Arauz, junto con cuatro colaboradores, realizó un proceso de ‘scouting’, que inició en marzo y finalizó en abril. Visitó Guayaquil, Quito, Riobamba, Cuenca, Sucúa, Babahoyo, Santa Elena, Santo Domingo, Ibarra y Machala.
Durante ese proceso observó a 863 jugadoras, provenientes de torneos colegiales, campeonatos barriales o que simplemente gustaban del deporte. Ellas se suman a la estadística que tiene la Comisión de Fútbol Amateur de la FEF (Confa), que registra 1 046 futbolistas que actúan en el campeonato nacional.
“Hay que tener en cuenta que es importante no dejar que los clubes existentes, del fútbol amateur, mueran. La mayoría de jugadoras de selección pertenece a esos equipos”, dijo preocupada Arauz. Por eso recomienda las alianzas estratégicas.
Estas alianzas se dieron en Colombia, Venezuela y México, países donde este año se inauguraron ligas femeninas, apoyadas por los clubes profesionales masculinos. Jugadoras ecuatorianas como Ligia Moreira y Mayra Olvera migraron a esos torneos.
Por ahora, los equipos ecuatorianos de primera categoría buscan la manera de emular esos convenios de cooperación con los clubes femeninos, para evitar empezar proyectos desde cero.
Ese es el caso de Barcelona. Según Carlos Alfaro Moreno, vicepresidente deportivo, ya han tenido acercamientos con sus pares femeninos, para lograr acuerdos de cooperación. “Se ha conversado, pero si no llegamos a convenios, iniciaremos desde cero. No es tan difícil armar equipos, yo tengo experiencia en eso”, dijo el directivo.
Los canarios están interesados en formar un equipo femenino desde el 2015, cuando José Francisco Cevallos asumió la presidencia. Como ministro del Deporte fue quien financió el primer campeonato nacional de mujeres, que a la postre sirvió para la clasificación al Mundial de Canadá, en el 2015.
Cevallos buscó a Arauz el año pasado para asesorarse, al igual que lo hizo el cuadro de Sangolquí, semanas atrás.
José Delgado, presidente del Delfín, también se adelantó a la medida. Él buscó a Antonio Pozo, presidente de la Comisión de Fútbol Femenino de la Confa, para empaparse de los requisitos para esta exigencia.
Pozo le propuso lo mismo que Arauz: una alianza con un equipo amateur. “Lo que pueden hacer es financiar a los clubes femeninos, los presupuestos de estos equipos ascienden aproximadamente a USD 50 000”, contó el directivo.
Desde la Confa se trabaja en acondicionar su reglamento, para que los traspasos de jugadoras de algún equipo amateur a uno profesional, sea rentable para los formadores.
Unión Española, bicampeón femenino, tuvo acercamientos con dos clubes de Guayaquil, pero estos no se concretaron. “Tenemos que reunirnos todos los clubes y la FEF, para que este cambio no nos perjudique. Están en juego nuestras inversiones y el trabajo que hemos hecho en cinco años”, dijo la presidenta del club, Claudia López, a este Diario.
El torneo femenino de este año, series A y B, se jugará de manera paralela, en octubre. El campeonato se atrasó por problemas de organización.