Hinchas del Galatasaray en los exteriores del estadio después de la cancelación del partido, por motivos de seguridad, ante Fenerbahce. Foto: Stringer/ EFE
El clásico del fútbol turco entre el Galatasaray y el Fenerbahce fue cancelado a último momento por motivos de seguridad y en medio de la alarma por los recientes atentados terroristas en Turquía, este 20 de marzo del 2016.
La decisión de las autoridades locales y la Federación de Fútbol de Turquía (TFF) ocurre un día después de un atentado suicida que dejó cinco muertos en Estambul y por el cual el Gobierno turco acusó al Estado Islámico (EI).
Las autoridades no informaron sobre los motivos específicos de la cancelación del partido ni tampoco sobre la nueva fecha en la que se jugará el encuentro entre los dos equipos más populares del fútbol turco. “Debido a preocupaciones por la seguridad y a informaciones provistas por la Federación, el consejo de Estambul y la policía, el partido de esta noche fue postergado”, señaló el Galatasaray en su cuenta oficial de Twitter.
Previamente, la federación turca había anunciado que el partido se jugaría sin público debido a las amenazas. Sin embargo, poco después las autoridades decidieron postergar por completo el clásico entre los rivales de Estambul. La oficina del gobernador de Estambul había señalado antes que estaba siguiendo con particular atención el evento “después de los eventos que sucedieron en la ciudad en los últimos días”.
La cancelación del partido ocurrió cuando cientos de seguidores del Galatasaray se encontraban ya en el Telekom Arena. Los aficionados tuvieron que ser desalojados mientras un helicóptero sobrevolaba el estadio. Los aficionados del Fenerbahce, en cambio, no estaban en la cancha debido a que desde hace años no se permite la presencia de hinchas visitantes en un partido que es considerado de alto riesgo.
Turquía se encuentra en máxima alerta debido a varios atentados que sufrió en las últimas semanas. El sábado, un atacante se voló por los aires en la calle comercial de Istiklal en Estambul causando la muerte de cuatro personas y heridas a 39. Además, el fin de semana pasado 37 personas murieron en la capital del país, Ankara, en un atentado reivindicado por los Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK), un grupo escindido del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Otro atentado similar, también reivindicado por los TAK, dejó 30 fallecidos en Ankara el mes pasado, mientras que en enero 12 turistas murieron en un ataque suicida en Estambul del que las autoridades culparon al Estado Islámico.