Tadej Pogacar sigue demostrando su imparable forma en las grandes clásicas de la temporada. El esloveno se coronó campeón de la Strade Bianche 2025 este 8 de marzo, alcanzando su tercera victoria en una de las pruebas más emblemáticas del calendario ciclista.
La carrera, que abarca 213 kilómetros a través de los característicos caminos de tierra de la Toscana, no estuvo exenta de desafíos para Pogacar.
Más noticias:
Caída de Tadej Pogacar
A falta de 50 kilómetros para la meta, el ciclista sufrió una caída tras resbalarse en una curva y rodar hasta un campo con pasto y otros sembríos.
A pesar de los raspones y golpes, Pogacar se levantó rápidamente y, demostrando su inquebrantable determinación, recortó distancias con los líderes.
En los últimos kilómetros, aumentó el ritmo y dejó atrás a todos sus rivales, incluido Thomas Pidcock, quien fue el que más competencia le dio.
Con un ataque impresionante a menos de 19 km de la meta, superó a Thomas Pidcock y Tim Wellens, quienes completaron el podio. El esloveno, con el maillot arcoíris, demostró su dominio y determinación. Ganó con 5:13:58 horas.
Richard Carapaz
Richard Carapaz, el ecuatoriano del EF Education-EasyPost, también estuvo presente en la carrera, pero no logró mantenerse en los primeros puestos.
El esloveno, quien ya había ganado la Strade Bianche en 2022 y 2024, se prepara ahora para los grandes retos de la temporada, como el Tour de Francia y la Vuelta a España. Con su victoria en Siena, Pogacar reafirma su status de gran favorito en estas competiciones.
Además de Pogacar, otros ciclistas destacados como Pidcock, el belga Tim Wellens y el mexicano Isaac del Toro fueron algunos de los competidores más fuertes en la carrera, que tuvo un recorrido especialmente exigente, con tramos de “sterrato” que pusieron a prueba a los ciclistas más experimentados.
El UAE Team Emirates sigue siendo uno de los equipos más poderosos, no solo por Pogacar, sino también por sus otros corredores como Wellens, quien demostró su solidez en las clásicas. A pesar de los intentos de sus rivales, Pogacar se mostró una vez más como el hombre a batir.