Con la bicicleta de su marca, Alcavi, ganó la medalla de oro en los Sudamericanos. Foto: cocha 2018
Se levanta todos los días a pedalear para cumplir sus sueños. Dice que su participación en los Juegos Olímpicos de Río 2016 le dejó cicatrices y experiencias. Que la pasión por el BMX se resume en centenas de medallas y también en cinco operaciones, tres de hombro y dos de rodilla, pero que da hasta la vida misma por sentir la adrenalina que transita por su cuerpo mientras él rueda por la pista.
Alfredo Campo Vintimilla presentó el jueves 20 de diciembre de 2018 su agenda de competencias del 2019, donde el título en el Mundial de Bruselas es su principal objetivo. Este año se le escapó por una caída en la ronda semifinales, pero nadie, ni el campeón pudo romper el récord, que el cuencano puso en la pista de Baku, en Azerbayán.
Ganó todas las mangas preliminares. Superó a los europeos y estadounidenses, pero en las semifinales quedó fuera. La eliminación dolió solo lo suficiente porque en la evaluación final, los favoritos no están tan lejanos.
Quiere apoderarse del título mundial. También del oro de los Juegos Panamericanos de Lima, para centrar su atención a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. “Voy a llegar en mejores condiciones que a Río 2016. Con mayor experiencia y condición técnica”.
Su sueño es ganar la medalla olímpica. “He subido al podio en los Juegos Bolivariano, Sudamericano y Panamericano. Me falta solo una”.
El 2019 estará presente en 10 válidas del Circuito Mundial de la UCI, otras 10 carreras de la Liga Profesional de los Estados Unidos, el Mundial y los Panamericanos. “Para estar en la élite mundial hay que competir con los mejores”.
En los últimos seis años está en la élite mundial. Eso significa vivir en Estados Unidos, entrenarse y competir. Viajar por América, Europa y Asia por seis meses. “No hay pista en el país que me permita entrenarme para mejorar mi nivel, por ello debo ir al exterior”.
Esa pasión de ciclista se apaga por instantes, cuando menciona que debe vivir seis meses en el exterior. Los ojos se llenan de lágrimas por estar lejos de sus padres, Fernando e Isabel, y de su hermano Santiago. Pero en medio de eso recuerda la forma como aparece su espíritu competitivo. “Todo eso vale la pena por el sueño que tengo. El país se merece una medalla olímpica”.
Está en el ‘top’ 10 en todas las carreras del circuito mundial, es campeón sudamericano, pero lo curioso es que no tiene un entrenador a tiempo completo. Recibe indicaciones del francés Thomas Aller, pero solo por Internet o teléfono. Se miran y trabajan, en contados días en Estados Unidos.
Alfredo Campo tiene otros proyectos para el 2019. Creó, con la ayuda de técnicos canadienses, su propia marca de bicicleta. El 2018 lo probó y ganó la medalla de oro en los Juegos Odesur, y el campeonato profesional de BMX de Estados Unidos. “El próximo año ya saldrá la producción de bicicletas para BMX, montaña y ruta. Es un proyecto que pretende ser orgullo nacional porque el país no tiene una. Ojalá que a los olímpicos todos vayan con mi bicicleta”.
Su marca es Alcavi, pero el proyecto es mucho más extenso. Creará un campeonato para niños y jóvenes y a los mejores los llevará al Mundial, porque quiere ser el apoyo de la nueva generación de ciclistas. “Si en mis manos está aportar con un granito de arena para mejorar el mundo y ayudar, cuenten conmigo”.
Se confiesa un soldado de Cristo y de la Virgen María. “A ellos me encomiendo cuando estoy en ca carrera. Solo les pido que me cuiden”.