En una jornada marcada por las caídas, el francés Sylvain Chavanel se coronó nuevo líder del Tour de Francia tras ganar ayer la segunda etapa, entre Bruselas y Spa.
De esta forma, Chavanel despojó al suizo Fabián Cancellara de la camiseta de líder.La lluvia no fue un obstáculo para Chavanel, que se impuso en solitario con cuatro minutos de ventaja sobre su compatriota Maxime Bouet (del equipo Ag2r). Más atrás llegó el alemán Fabián Wegmann (Milram).
Cancellara (Saxo Bank) debió esperar a su colega luxemburgués Andy Schleck, que estuvo implicado en un caída a 30 kilómetros de la meta, al igual que el estadounidense Lance Armstrong, otro de los favoritos.
Schleck, que sufrió una herida leve en su codo, se mostró aliviado por no haber concedido ventaja a uno de sus máximos rivales, el ciclista español Alberto Contador.
Entre tanto, la caída de Armstrong tampoco dejó huellas, según informó el jefe del equipo, Johan Bruyneel. “Lance está muy bien, se lastimó un poco en la cadera y en el codo”, dijo Bruyneel.
Asimismo, los colegas del siete veces campeón Andreas Klöden y Levi Leipheimer sufrieron caídas. “Es la felicidad plena lo que estoy viviendo aquí”, aseguró Chavanel, quien aprovechó las circunstancias y apenas pasó la meta fue felicitado por la ex estrella de ciclismo Eddy Merckx.
En la clasificación general, el francés lidera la tabla de ubicaciones por delante de Cancellara, a 2:57 minutos, y el alemán Tony Martin (HTC Columbia) es tercero a 3:07 minutos. Entre tanto, Armstrong (RadioShack) se ubica quinto a 3:19 minutos del líder, mientras que Contador (Astana) es séptimo, a 3:24 minutos.
Chavanel espera conservar el ‘maillot’ de líder hoy cuando se dispute la tercera y temida etapa sobre adoquines de 213 kilómetros entre la ciudad belga de Wanze y Arenberg Porte du Hainaut, ya en Francia.
“Esta carrera es muy complicada. Podría haber un baño de sangre”, anticipó Armstrong.
En la carrera de ayer, también se registró una pequeña protesta. Esto porque después de los tramos finales de la segunda etapa de 201 kilómetros desde Bruselas a Spa, las rutas quedaron resbaladizas o por una combinación de lluvia y aceite derramado. Cancellara, incluso, decidió no realizar el ‘sprint’ hacia la línea de meta, para evitar otro accidente.
“Hay demasiado en juego”, dijo el estadounidense Chris Horner, compañero de Armstrong en el equipo RadioShack. “La pista es peligrosa en terreno seco, más peligroso en mojado y tarde o temprano los pedalistas van a protestar”, agregó Horner.
Schleck, uno de los competidores que cayeron de sus bicicletas en el accidente en el descenso del Col de Stockeu, a 30 km del final de la etapa, también se lamentó . “Había algo en la pista y el final fue demasiado peligroso. Creo que nadie quiere ganar el Tour gracias a un choque de otro competidor”, dijo Schleck.
Contador, el actual campeón, decidió esperar a Schleck y a su hermano Andy. “Tan pronto como escuché que Andy estaba detrás, le ordené a todos mis compañeros de equipo que se detuvieran”, dijo el español, quien también sufrió una caída de su bicicleta.
“Fue un acuerdo de caballeros”, agregó el jefe del equipo de Contador, Yvon Sanque.