La edición 56 de hoy, tendrá la participación de más de 3 500 atletas mujeres. Cada año, la cifra se eleva entre 200 y 500 deportistas. Foto: Archivo/EL COMERCIO
La pasión por intervenir en la carrera de la ciudad se evidencia en la Quito-ÚLTIMAS 15K. Cada año crece el número de participantes en todas las categorías, sin embargo, no deja de llamar la atención la presencia de las damas en las divisiones mayores de 60 y 70 años. Hoy, desde las 08:30, se corre la edición 56. La prueba recorre el sur, centro y norte de la ciudad.
“Es bueno saber que en el país ha crecido esta actividad. La población en general ha visto en el atletismo una actividad que le permite tener una mejor calidad de vida. Me alegro muchísimo que esto suceda”, dijo desde Toronto, Rolando Vera.
El cuencano ganó la competencia atlética en 1986, 1987, 1988, 1989, 1990, 1992, 1993 y 1995. “Esas cifras son importantes porque quiere decir que ahora la gente es protagonista de esta fiesta deportiva. En mi época, habíamos 10 000 atletas corriendo y mucha gente aplaudiendo y alentando a los deportistas, hoy dejaron de ser actores pasivos para saltar de la vereda a las calles”.
Si se hace referencia a la categoría de más de 70 años, las mujeres que participaron en el 2013 fueron tres. En el 2015 subió a siete. En la categoría anterior, la que va de los 60 a 69 años, de 27 subió a 51 en el caso de las damas, y de 70 a 111 en el caso de los caballeros.
Al conocer otras cifras, como el crecimiento en 78% en el caso de la división de 16 a 19 años, Rolando Vera dice que, “el atletismo también ha roto barreras sociales. Cuando participábamos en la carrera había pocas atletas mujeres que se atrevían a correr. Los hombres también teníamos un estigma, decían que solo corríamos las personas de escasos recursos económicos. Hoy participan ejecutivos, oficinistas, obreros. No hay distinción de razas ni estrato social”.
Vera es cónsul de Ecuador en Canadá, desde allá seguirá la carrera que la ganó por ocho ocasiones consecutivas. “La organización de la carrera siempre invitaba “a atletas internacionales destacados y yo, como ecuatoriano, me sentía en la obligación de ganar. Era muy duro el trayecto, pese a que nací en una ciudad de altura como Cuenca, para mí también era difícil lograr el triunfo pero lo hacía”, finalizó.
Marcia Chiliquinga, quien ganó la Quito-ÚLTIMAS en 1985, recuerda que las mujeres fueron muy criticadas cuando empezaron a competir en esta carrera, “nos decían ‘carishinas’ vayan a la cocina. Las atletas tenían miedo de correr y de recibir esos insultos durante el trayecto”.
Pero luego, esta carrera fue la que generó una aceptación de la incursión de la mujer en atletismo. “Es la carrera más importante del país, llegaron atletas extranjeras a competir contra nosotros y la gente nos apoyaba para que les ganemos. Poco a poco nos fueron aceptando y respaldando”.
En 1979, cuando ella debutó corrieron unas 50 chicas. “La cifra subió poco a poco, en 1985 cuando gané, participamos unas 120”.
Otro de los motivos de crítica que recibían las atletas mujeres era su vestimenta. “Nos criticaban por los short muy cortos, nos decían que corríamos en calzones”.
La atleta Chiliquinga estará hoy en la línea de partida. “Será mi carrera 15, ahora lo hago en la categoría entre 50 y 59 años. Mientras Dios permita que mis pies sigan corriendo, lo haré”.