El ecuatoriano Carlos Andrés Mina (izquierda) acierta un golpe al alemán Sergei Michel, en la pelea por la categoría 81 kg, ayer en los Juegos de Río. Foto: AFP
Atrevido y encarador, así se presentó Carlos Mina en su combate de debut en los Juegos Olímpicos. Buscó aniquilar a su rival y nunca rehuyó a la pelea en corto, esas fueron sus estrategias para derrotar al alemán Sergei Michel, por fallo unánime.
El combate, por la división de los 81 kg se realizó en Río Centro, un recinto que no estuvo lleno pero que respaldó al ecuatoriano durante los tres asaltos de la pelea.
Su victoria, sin embargo, fue apretada pues los tres jueces dieron el triunfo al ecuatoriano por 29 a 28. Ganó el primer asalto porque fue contundente. En el segundo minuto de combate descargó una seguidilla de golpes que dejó sin opción de reacción al europeo.
El segundo asalto fue más equilibrado, Michel soltó más golpes, Mina sintió esa potencia. El ecuatoriano fue al piso más por un resbalón que por algún castigo del rival. Los jueces, sin embargo, dieron como ganador de este segundo acto al alemán.
En el tercero, los dos rivales salieron a buscar los puntos de clasificación a la siguiente ronda. Mina volvió al piso, pero se paró enseguida. Su reacción nuevamente fue de mando en las acciones.
Envió tres golpes con su potente derecha, de los cuales solo uno llegó al rival.
El fallo unánime de los jueces determinó el triunfo al ecuatoriano, que al escuchar el dictamen miró al cielo, agradeció el aplauso de los asistentes y bailó. No podía dejar de hacerlo. Ingresó al cuadrilátero y salió de él bailando porque, según dice, “el boxeo necesita de show”.
Admirador del desaparecido Muhammad Ali, dijo que está en Río de Janeiro porque va “a luchar por una medalla. Son mis primeros Juegos Olímpicos y sé que en ese cuadrilátero se gana y se pierde”, dijo el pugilista, de 23 años de edad.
Esas expresiones se sostienen en lo que ha visto de Ali. De él copió su estilo de hablar y de Rocky Balboa, el personaje de Hollywood, la furia que caracterizó a este último. De ambos ha visto sus películas en decenas de ocasiones.
En las últimas horas, sus compañeros y su entrenador le habían hablado de lo difícil que puede significar el debut olímpico, por ello, su estrategia fue “siempre atacar y buscar superar al rival”.
Reconoció que le molestó, en los primeros momentos, el cruzado de derecha. “Me llegó, pero luego nos fuimos adaptando porque yo vine a ganar y no a dejarme de nadie”. Y no se dejó, pues Michel se fue con un corte detrás de la oreja izquierda, por donde emanó un hilo de sangre.
En esos momentos cuando Michel apretaba, el ecuatoriano contó con el respaldo de aficionados, “y pugilistas de otros países que, sentados en las tribunas me apoyaban. Eso me llenó de ánimo”.
El boxeador, nacido en el Guasmo Sur, de Guayaquil y que ahora reside en el cantón Puerto Quito (Pichincha), mostró esa seguridad. Tal como solía decir en sus días de entrenamiento en Quito: “yo vengo de un barrio donde se nació mordiendo polvo”.
Él se vino a vivir a Quito con su mamá y sus siete hermanos cuando tenía 5 años. Antes de eso pasaron por Esmeraldas y se quedaron en Puerto Quito, donde fue descubierto por el entrenador Carlos Vásquez cuando tenía 13 años.
En sus ratos libres se refugia en la música. Integra un grupo de ritmo urbano. Él tiene un toque caribeño cuando conversa. Es amante del rap y le encantan las rimas. Sus amigos de siempre lo conocen como ‘Yandes’. Él prefiere denominarse como ‘Of the end’.
“Escucho mucho a Tego Calderón, Vico C, Tempo y Cancerbero, este último tiene unas letras son muy potentes para reflexionar”.
Ahora en la segunda ronda deberá encarar al irlandés Joseph Ward, quien no peleó en esta primera ronda. Se trata de un pugilista con un amplio historial, tiene dos títulos mundiales en Junior y Juvenil, dos veces campeón de Europa, y el año pasado ganó la medalla de plata en el Mundial Absoluto. En ese combate final perdió con el cubano Julio César La Cruz, un rival con el que Mina ha ganado y ha perdido.
La pelea será este miércoles a las 17:15 (de Ecuador).