La velocidad, una herencia familiar

Pascal Michelet conduce su Ferrari 250 LM durante la inauguración del autódromo  de Yahuarcocha, en 1970. El presidente Velasco Ibarra sostiene la bandera.

Pascal Michelet conduce su Ferrari 250 LM durante la inauguración del autódromo de Yahuarcocha, en 1970. El presidente Velasco Ibarra sostiene la bandera.

Como muchos pilotos y aficionados, Jean Pierre Michelet recuerda los años setenta como la época de oro del automovilismo deportivo ecuatoriano.

Además de la construcción del autódromo de Yahuarcocha, que propició la llegada de tripulaciones internacionales y de autos Porsche y Ferrari, destaca el gran nivel de los pilotos locales de la época.

Guillermo Ortega, Fausto Merello, Hugo Sosa, Andrés Chiriboga, Franklin Pérez y Guillermo Cisneros son algunos de los nombres de mayor recordación.

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Pascal Michelet (izq.) y Fausto Merello fueron dos glorias del automovilismo en los setentas.

No podría faltar Fernando Madera, convertido en el ídolo ibarreño de finales de la década por sus actuaciones a bordo de los Porsche RSR (de los cuales solo se fabricaron 37 unidades) y Carrera 6.

Una mención especial merece su padre Pascal, figura imprescindible e impulsor del automovilismo local de aquel tiempo, de quien heredó la pasión por las ‘tuercas’ y por la adrenalina de la velocidad.

En su archivo personal, Jean Pierre conserva varias fotografías de Pascal en su faceta de piloto, a inicios de los años setenta. En varias de ellas aparece a bordo del Ferrari 250 LM con el que participó en la carrera inaugural del autódromo de Yahuarcocha, en 1970, y que también condujo en las célebres 12 Horas Marlboro de 1971.

“Mi padre hizo mucho por el automovilismo ecuatoriano. En 1973 introdujo el primer go-kart al país y fue pionero del karting”, dice.

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El Porsche Carrera 6 de Fernando Madera era todo un espectáculo.

Cuenta que durante su niñez y juventud, su padre trató de mantenerlo alejado de las pistas para protegerlo de los riesgos derivados de las competencias.

Incluso sus incursiones en el karting y en el motocrós no contaron con el apoyo de Pascal, como una manera de disuadir su interés por el deporte motor.
Jean Pierre compensó con la práctica del fútbol el alejamiento involuntario de las carreras, hasta cuando su padre le permitió probar el primer prototipo de la Fórmula Scorpio en Yahuarcocha, en 1987.

En pocas vueltas logró bajar los récords de vuelta de los pilotos experimentados, lo cual finalmente convenció a Pascal de que su hijo tenía futuro en el automovilismo.
Ya con el apoyo incondicional de Pascal, Jean Pierre participó en el campeonato de la nueva categoría al año siguiente. Sus tres victorias, dos terceros lugares y un sexto puesto en las seis carreras disputadas le valieron el título en la temporada de debut. Con 20 años, también se convirtió en el campeón más joven de un certamen automovilístico nacional.

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Con el Nissan 240SX, Michelet y Taleb brillaron en Estados Unidos.

En los años noventa, Jean Pierre Michelet mantuvo apretados duelos con el piloto guayaquileño Henry Taleb sobre el asfalto de Yahuarcocha. Para mediados de la década, ambos formaron una dupla exitosa que probó suerte al volante de un Nissan 240SX en competencias tales como las 24 Horas de Daytona y las 12 Horas de Sebring (EE.UU.), además de las Seis Horas de Bogotá (Colombia).

El equipo ecuatoriano sumó cinco segundos lugares en dichas competencias internacionales, dejando en alto el nombre del país.

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