La FIA instó a los pilotos de F1 a cuidar su lenguaje en público, después de que Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen dijeran palabras mal sonantes durante la entrevista en el podio tras el último Gran Premio disputado en Abu Dhabi.
Al responder las preguntas del ex piloto David Coulthard en el circuito de Yas Marina, a ambos se les ‘escaparon’ palabras que pudieron herir susceptibilidades.
El escocés actuó rápidamente en defensa de los pilotos. “Debo recordar al público que ellos están hablando en su segunda lengua (inglés). Les pedimos disculpas por la elección de las palabras”, dijo Coulthard durante la ceremonia.
Sin embargo, Norman Howell, el responsable de comunicación de la FIA, envió una carta a los jefes de equipo en la que les solicita cuidar que los pilotos usen términos y actitudes apropiadas. “Ese lenguaje no tiene espacio en eventos con los medios de comunicación”, rezaba una parte de la misiva.
Howell aseguró que la carta fue un recordatorio “amistoso”, pero advirtió que incidentes similares en el futuro podrían dar lugar a tomar medidas disciplinarias.
Vettel se disculpó posteriormente y dijo lamentar que sus expresiones en un momento de emoción pudieron ofender a alguien que haya estado presenciando la entrevista. Reconoció que no usó las palabras correctas y dijo que en adelante tendrá más cuidado.
Para Coulthard, como conductor de la sesión de preguntas, fue un momento incómodo, según lo reconoció más tarde. “Fue una situación embarazosa porque se transmitía en directo para todo el mundo. Supongo que los pilotos no disfrutan demasiado estas entrevistas en el podio”, añadió.
No obstante, la utilización de lenguaje soez no es un hecho aislado ni algo exclusivo de los pilotos, derivado de la euforia por los resultados obtenidos en una carrera.
Una investigación del periódico británico The Guardian sobre los mensajes que intercambian los pilotos con sus ingenieros de carrera, reveló que muchas de las obscenidades que se pronuncian no obedecen a una estrategia para evitar un posible espionaje de las escuderías rivales.
Desde el año pasado, las transmisiones televisivas de la F1 incluyen pequeños fragmentos de estas conversaciones, filtradas por la dirección de carrera.
Si bien los equipos no tienen control sobre los mensajes que se reproducen, la utilización de un lenguaje inapropiado evita que estos se hagan públicos y que tanto los espectadores como los adversarios conozcan ciertos detalles.
Fuente: caranddriverthef1.com
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