Aunque un buen número de potenciales compradores de este tipo de vehículos seguramente no se hace esta pregunta antes de adquirir un ejemplar (la tendencia suele ser suficiente), conviene repasar algunos de los motivos por los cuales este tipo de vehículo puede ser una alternativa interesante para satisfacer las necesidades de transporte cotidiano.
En primer lugar, el tamaño desempeña un papel fundamental. A esta condición se asocia un amplio espacio interior (que los SUV generalmente lo tienen y que seduce a los compradores con familias de entre tres y siete miembros) y la idea de que las dimensiones imponen un mayor ‘respeto’ en las vías por parte de los otros automovilistas.
Los niveles de seguridad se asocian con esto último. Si bien un auto no necesariamente es más seguro que otro por tener un mayor tamaño, sí puede ofrecer una mayor protección a los ocupantes en ciertas condiciones, especialmente cuando está equipado con dispositivos activos y pasivos.
Finalmente, es indudable que un modelo más alto permite acceder a lugares donde los automóviles pequeños no llegan sin estropearse. Si busca estas cualidades, el SUV definitivamente es su vehículo.