Ogier, bicampeón mundial del Rally

Sébastien Ogier y su copiloto Julien Ingrassia celebraron su victoria en España.

El equipo Volkswagen Motorsport cosechó los frutos de una temporada exitosa al final del Rally de Cataluña (España), disputado el pasado fin de semana.
La algarabía y la celebración de todo el equipo se inició cuando el francés Sébastien Ogier (VW Polo-R) cruzó la línea de meta y conservó el título del Campeonato Mundial de Rally (WRC), que ostenta desde el pasado año. Gracias a este resultado, su vigésima tercera victoria en el Mundial de Rally, la séptima de esta temporada, el francés evitó jugarse el título del certamen en la fecha final a disputarse en Gran Bretaña, en donde se compite exclusivamente en pistas de tierra.
Al finalizar, Ogier aseguró que su objetivo fue coronarse como campeón ya que conocía sobre la dificultad que representa correr en suelo británico. “La llegada de la última especial fue una liberación. Fue un fin de semana largo y prefería ser campeón antes de la última carrera. Además se trata de Gran Bretaña, donde hay muchas dificultades”, aseveró Ogier.
Considerado como el heredero de su compatriota Sébastien Loeb, ganador de 9 mundiales, el francés se consolidó como uno de los dominadores absolutos de la competición en España gracias a este último resultado. Pero no todo fue fácil para Ogier, pues debió superar la prueba catalana que tiene la particularidad de ser la única de la temporada que se disputa mezclando la tierra y el asfalto.
Sin duda alguna, la mayor ventaja que tuvo durante la jornada fue iniciar en primer lugar. Y es que el resto de pilotos, que partían cada tres minutos luego de la largada, debieron enfrentar las complicaciones que produjo el polvo en el aire.
Muchos de los rivales del francés perdieron visibilidad y velocidad al momento de correr con los monoplazas.
Jari-Mari Latvala, compañero de equipo de Ogier, aseguró que su confianza sobre la pista se vio disminuida. “El polvo me molestó mucho e incluso una piedra golpeó mi auto. Además no tenía mucha confianza”, admitió Latvala el viernes, a mitad de la jornada, cuando había perdido 24 segundos.
Precisamente, el finlandés, único rival por el título para Ogier, debía remontar a la primera posición para mantener las esperanzas en el campeonato. “Recuperar el tiempo perdido únicamente gracias al pilotaje es imposible pero el rally es muy largo”, señaló Latvala el viernes por la noche. No obstante, esta tarea se volvió imposible de realizar con el paso de los giros.
Por su parte, Volkswagen, que disputa el campeonato por segundo año después de su regreso, ya se había coronado como campeón mundial de constructores en el Rally de Australia, una temporada perfecta para el equipo.