La 16ª edición del Salón Internacional del Automóvil de Moscú abrió sus puertas al público el pasado 31 de agosto, en medio de una gran expectativa por los 23 estrenos mundiales y 21 europeos anunciados para el evento.
Este ‘autoshow’ volvió a la capital rusa al cabo de dos años, tras duplicar la superficie de la muestra, ahora con más de 100 empresas expositoras, de las cuales 46 son fabricantes automovilísticos.
El mercado ruso, con un crecimiento del 15% anual, es hoy en día la segunda plaza automotriz europea, por detrás de Alemania, y representa una oportunidad de expansión para los principales marcas de vehículos del mundo.
El año pasado se comercializaron en Rusia más de 2,6 millones de automotores, solo superados por los casi 3,2 millones vendidos en Alemania. En el primer semestre del 2012 las ventas superaron la cifra de 1,4 millones de vehículos.
“Los pronósticos indican que hacia el 2017 Rusia puede convertirse en el primer mercado europeo”, dijo Andréi Pávlovich, director general de Avilón, distribuidor ruso de marcas como Mercedes, Ford, Volkswagen y BMW, entre otros.
Mientras las ventas de autos en los mercados tradicionales del Viejo Continente están afectadas por las crisis y recesiones, los fabricantes llegaron a Rusia dispuestos a demostrar que su apuesta por ese mercado va en serio.
“Muchas marcas han cambiado su concepto del mercado ruso. Antes, los altos directivos de las multinacionales visitaban este país cada cuatro o cinco años, y ahora algunos nos visitarán este año por segunda vez”, explicó Pávlovich. Es el caso del constructor surcoreano Hyundai, que acapara 4 000 m² del recinto para exhibir sus modelos.
Algunos fabricantes incluso podrían seguir el ejemplo de Ford, BMW, Fiat, Chevrolet, Volkswagen o Nissan-Renault y establecer plantas de producción en Rusia.
“El mercado europeo está saturado. Para mantener la rentabilidad los fabricantes necesitan nuevos mercados, que ahora son Rusia y China. Rusia está más cerca y nuestro reciente ingreso en la OMC abre nuevas perspectivas”, declaró Andrei Shenk, experto de la industria automovilística.
Al Salón de Moscú también llegó el fabricante español Seat, que en lo que va de año ha duplicado su red de distribución en Rusia y ya dispone de 22 concesionarios en las principales ciudades.
Aunque por ahora sus ventas en Rusia son bastante discretas, el crecimiento del 10% en lo que va del 2012 respecto del mismo período del año anterior llevó a sus directivos a plantearse el objetivo de vender 20 000 unidades para el 2015.
Fuente: lainformacion.com