El fabricante de vehículos francés Renault decidió en esta semana resucitar su marca de autos deportivos Alpine, cuya producción cesó en 1995 y que en las décadas de los años 70 y 80 tuvo gran suceso en el deporte motor, especialmente en la modalidad de rally.
Para conseguir este objetivo llegó a un acuerdo con el pequeño fabricante británico Caterham, cuyo equipo de Fórmula 1 emplea motores de la propia Renault.
Según el acuerdo firmado, Caterham asumirá el 50% de la Automobiles Alpine Renault, hasta ahora 100% propiedad de Renault. La nueva sociedad mixta, activa a partir de enero del 2013, se denominará Societé des Automobiles Alpine Caterham y será dirigida por el ejecutivo Bernard Ollivier.
La empresa Caterham Technology, especialista en bólidos deportivos de bajo peso, será la responsable del desarrollo del nuevo modelo que deberá llegar a los concesionarios europeos, en primera instancia, a inicios del 2015.
Sin embargo, la producción se llevará a cabo en la factoría de Dieppe (Normandía, Francia), cuna de la marca, en la que desde 1969 se han construido 400 000 ejemplares de esta marca.
Esta factoría se especializó en el trabajo con materiales ligeros (aluminio, entre otros) y en la fibra de vidrio que fue el elemento utilizado en la fabricación de los Alpine.
La historia de la marca francesa se inicia en 1955 cuando Jean Redelé, concesionario de Renault en Dieppe, puso a punto un pequeño automóvil deportivo basado en el Renault 4-4, para competir en una serie de pruebas deportivas, en particular, la Copa de los Alpes, en donde logró un magnífico resultado. Así nació el A106, el primer modelo de la marca que, consecuentemente, optó por el nombre Alpine.
Después llegó el modelo A108, basado en el Dauphine, y finalmente, el A110, que tomó componentes del R-8 y que se convirtió en el caballo de batalla de la marca, sobre todo por los éxitos deportivos.
En 1973, los ágiles y pequeños Alpine Renault dominaron el campeonato del mundo del rally, batiendo, principalmente a los mucho más potentes Porsche 911.
Tras el A110, llegó el A310, con una carrocería completamente diferente que pretendía tomar el concepto del 911, con dos asientos posteriores de reducido tamaño. Inicialmente careció de motores adecuados, ya sea por su pequeña cilindrada, y seguramente por su peso excesivo.
Finalmente, en 1990, se presentó el A610, equipado con el motor V-6 Turbo del R-25, que desarrollaba 250 caballos de potencia. Pero el automotor había perdido credibilidad y, en 1995, tras cuatro años de empujarlo comercialmente, y en vista de los gravámenes fiscales que fueron impuestos a los modelos de su segmento, en 1995 se decidió dejar de fabricarlo.
Desde el punto de vista deportivo, los rallies fueron el terreno de predilección de los Alpine que, sin embargo, también hicieron sus pinitos en circuitos, principalmente en pruebas de resistencia.
Sus triunfos en las pruebas de resistencia en las categorías al Índice Energético (relación entre la distancia recorrida y el consumo de carburante) fueron continuas hasta poder lograr la victoria absoluta en las legendarias 24 Horas de Le Mans de 1978.
Es decir, Alpine dejó una huella imborrable en el mundo de la competición, tanto en la ruta como en el asfalto. Ese bagaje de conocimientos ha sido muy bien aprovechado por Renault porque esta marca es una de las más importantes en el mundo de la Fórmula 1 actual.
En lo que se refiere a Caterham, la empresa tiene una historia similar a la de Alpine. Fue fundada por Graham Nearn, fue el primer concesionario, por volumen, de Lotus y cuando esta decidió poner punto final a la vida del Lotus Seven, decidió adquirir sus derechos de producción que mantiene hasta ahora. En el 2011 fue adquirida por el malayo Tony Fernández que introdujo a la marca en la Fórmula 1.
Cada fin de semana, más de un millar de conductores compiten a bordo de los Caterham, asequibles y de fácil mantenimiento, en pistas de todo el mundo.
La factoría de Caterham está en Dartford (Reino Unido), en ella trabajan unas 50 personas para construir 400 ejemplares al año. En la de Dieppe de Alpine, la plantilla es de 300 operarios.
En España, en la factoría que Renault tiene en Valladolid, se produjeron los Alpine A108, en las versiones cupé y cabrio, y el A110. Además, estos vehículos se montaron también en Brasil, donde se denominó Willys interlagos; en México, por Diesel Nacional(DINA), con el nombre de Dinalpin; y en Bulgaria, como Bulgaralpine.
El nuevo modelo, que está siendo diseñado por Laurens Van der Acker inspirándose en las formas del A110, está creado para mantener las cualidades que hicieron célebre al bólido: agilidad y ligereza.
Por eso, se ha previsto que su peso oscile entre los 1 200 y los 1 300 kilos y que su tamaño no exceda a los 4,30 metros de longitud. En cuanto al motor, su potencia debería estar entre los 200 y 250 caballos, y su precio entre unos USD 40 000 y 50 000.
Fuente y fotos: elmundomotor.com
LA FUSIÓN EN DETALLE
Producción. Los fabricantes Renault y Caterham aportarán respectivamente su ‘know-how’ técnico al desarrollo de productos futuros a través de un departamento conjunto de ingeniería
de nueva creación.
Deporte. El ADN que recorre las venas de Caterham tiene sus orígenes en los años 50, cuando diseñó su primer modelo, el Seven. Caterham Cars ha estado relacionado con la pasión y la emoción desde entonces.
Historia. La factoría de Dieppe, construida en 1969, es tradicionalmente la sede de Alpine , que dio lugar a modelos legendarios como la Berlineta.