El Salón del Automóvil de París, la tradicional feria bianual del mundo del motor, abrió sus puertas al público hace una semana bajo el espectro de la crisis europea.
Con un mercado automotor decreciente en los principales países del Viejo Continente, la industria incluso enfrenta la posibilidad de que algunos fabricantes deban cerrar plantas en Francia e Italia para adaptarse a la demanda actual.
El grupo francés PSA Peugeot-Citroën, número dos de Europa, prevé un estancamiento o hasta un ligero decrecimiento del sector para el 2013, después de una caída del 8% este año. Así lo indicó Philippe Varin, presidente del grupo, en un encuentro con la prensa previo a la apertura de la muestra.
El presidente de Renault, Carlos Ghosn, compartió ese análisis y añadió que el consorcio que lidera revisó a la baja sus previsiones para Europa hasta un -8% en el 2012.
El número uno europeo, el alemán Volkswagen, por su parte, también se mostró pesimista respecto de sus operaciones en ese mercado. Christian Klinger, miembro del comité ejecutivo de VW, aseguró que no espera “ninguna mejora fundamental rápida del la situación en Europa”.
No obstante, la contracción del mercado automotor europeo afecta principalmente a los constructores más dependientes de esa región como los franceses PSA, Renault y el italiano Fiat.
PSA, que actualmente atraviesa dificultades financieras, ya puso en marcha una serie de medidas para reducir sus costos ante la caída de las ventas de autos en Francia, España e Italia, tres mercados de los cuales depende enormemente.
También se plantea suprimir
8 000 plazas de trabajo en Francia y cerrar la emblemática fábrica de Aulnay-sous-Bois, ubicada en las afueras de París, como una estrategia para ahorrar varios miles de millones de dólares, en espera de una recuperación a partir del 2014.
Si bien Renault todavía no llega a un punto tan crítico, ya no está seguro de superar este año su récord de ventas del 2011, tal como lo esperaba hace apenas unos meses.
La situación también es complicada para Opel y Fiat. El fabricante alemán de General Motors ha implementado períodos de reducción de actividades para más de 11 000 de sus empleados (prácticamente la mitad de su plantilla en Alemania), como parte de un programa de flexibilización laboral al que la prensa califica como desempleo parcial.
El constructor italiano, por su parte, analiza la posibilidad de cerrar dos o hasta tres de las cinco plantas que mantiene en su país.
Ello implicaría reconsiderar sus planes de invertir USD 26 000 millones en dichas factorías para destinar esos recursos a otros fines, que podrían ser trasladar la base de sus operaciones a otros países como Estados Unidos o Brasil.
Por todo eso, el Salón de París es visto como la última oportunidad del año de impulsar las ventas de vehículos en los alicaídos mercados de Europa Occidental.
Para ello, las marcas se han preocupado por poner en escena a sus más recientes propuestas en los segmentos de mayor demanda .
Tal es el caso de los crossover urbanos, modelos con apariencia todoterreno de hasta 4 metros de longitud orientados al uso cotidiano. El Chevrolet Traxx, el Opel Moka y el Nissan Juke se cuentan entre los representantes de los modelos de serie que adornan la muestra.
El Suzuki S-Cross, el Audi Crosslane Coupe, el Peugeot 2008 y el Nissan Terra SUV son, por su parte, algunos de los prototipos de similar categoría que evaluarán las preferencias del público.
Como es usual, los superdeportivos y los autos equipados con tecnologías alternativas tienen su espacio en la muestra. Algunos de ellos son vehículos definitivos, mientras que otros se encuentran en fase de prototipos.
Muchos de estos últimos exhiben características bastante realistas y tienen altas probabilidades de pasar a la cadena de producción en serie con pocos cambios.
Esta es una tendencia destacable entre las marcas participantes, que en su gran mayoría parecen haber destinado sus recursos al diseño de prototipos menos imaginativos, más pragmáticos.
Asimismo, parece haber perdido algo de fuerza el movimiento en torno al desarrollo de autos de propulsión eléctrica, cuyas ventas no terminan de despegar.
Las novedades de París en esa materia han sido pocas, pero los híbridos siguen siendo protagonistas de la mano de varias firmas.
Fuentes: AFP y salon.coches.net