Pasearse en convertible por las calles de Nueva York con la gente saludándolo a uno en cada esquina es un sueño de muchos que un puñado de fanáticos del mítico Citroën 2CV se dan una vez por año en un particular Rally.
Hace poco, una veintena de esos vehículos legendarios, acompañados por otros modelos de la marca Citroën, recorrieron Manhattan en la edición 13 del Rally y encuentro alrededor de Nueva York organizado por el Citroën & Velosolex Club para celebrar la fiesta nacional francesa del 14 de julio.
“Conducir por Nueva York con una banda de Citroën de este tipo no es algo que se ve o se hace todos los días. Es simplemente una experiencia increíble”, dice a la agencia AFP George Tavares, un portugués de 46 años que vive en Nueva Jersey (este de Estados Unidos), de pie junto a su coqueto 2CV blanco y rojo modelo 1987.
“Fuimos unos de los primeros en venir, lo hemos hecho desde el principio y hasta ahora hemos estado cada año”, agrega con orgullo George en referencia al paseo anual que se inicia cerca de la Universidad de Columbia junto al río Hudson, en el noroeste de Manhattan, y baja desde allí hacia el centro de la ‘Gran Manzana’.
Es una mañana calurosa y soleada y Mark Paulhus y su amigo Michael, llegados de Connecticut (noreste), charlan mientras se preparan para subirse al 2CV color azul modelo 74 que el primero de ellos posee desde el 2008.
“Lo compré para el 60 aniversario del 2CV, en el 2008. Es un modelo único, un auto tecnológico. Era adelantado para su época y todavía hoy en día es relevante. Tiene buen andar, es un gran automóvil”, explica este aficionado a la marca de 58 años, miembro de un club de Citroën en su región.
Como George, Mark disfruta enormemente del rally. “Se trata de venir a pasar el día a Nueva York, ver otros Citroën y participar de los festejos. Es un lindo paseo con mucha diversión”, cuenta.
Esa sensación es muy fácil de entender una vez que el rally se pone en marcha y los autos avanzan en fila ante las miradas asombradas de neoyorquinos y turistas, que saludan y toman fotografías.
Transformado en convertible, el 2CV permite al conductor y sus acompañantes disfrutar de la jungla de rascacielos y no sufrir tanto el calor reinante.
La avenida Broadway, la Trump Tower en la esquina sudoeste de Central Park, el bullicio multicolor de Times Square y la elegancia del Empire State Building, son algunos de los lugares emblemáticos de la ciudad que ven pasar el desfile.
El rally tiene varias paradas para refrescarse y relajarse, y al final hay una fiesta en el distrito de Meatpacking, en el oeste de Manhattan.
Muchos de los autos llevan la inscripción ‘Esto no es un auto, es un arte de vivir’, un concepto con el que se identifican tanto Mark como George.
Los dueños de 2CV “están locos”, lanza con una carcajada Mark, que participa en muchos eventos vinculados con estos autos, como el Citroën Rendezvous que celebró este año su edición 36 en Saratoga (estado de Nueva York).
“Definitivamente tiene que ser gente especial. No es un auto común y no es para una persona normal. Tenemos un sentimiento diferente acerca de esos autos. Es un auto fuerte”, coincide George.
El Citroën 2CV (en francés ‘deux chevaux vapeur’, que quiere decir dos caballos de vapor, medida de potencia), es un automóvil muy económico que la marca francesa produjo entre 1948 a 1990.
A pesar de su aparente fragilidad, su poca velocidad y la carencia del confort, es considerado un ícono y tiene miles de seguidores en todo el planeta.
Hasta James Bond, en ‘Solo para tus ojos’, interpretado por Roger Moore, manejó uno en el filme.
Fuente: AFP