Puentes, piletas y luces dan otra imagen a Machala

Atractivos monumentos de criaturas marinas adornan varias plazas y parques de la ciudad.

Atractivos monumentos de criaturas marinas adornan varias plazas y parques de la ciudad.

Los modernos y bien iluminados pasos a desnivel mejoran notablemente el flujo vehicular.

¿Cuántos de ustedes, amigos lectores, han tenido la oportunidad de visitar Machala recientemente? Quiero suponer, sin pretenderme adivino, que muy pocos de quienes vivimos en Quito habrán llegado hasta esa ciudad en los últimos años. No imaginan lo que se están perdiendo.

Esta importante ciudad - puerto de nuestra Costa ha cambiado tanto, y para bien, que está prácticamente irreconocible de lo que era anteriormente.

No soy político, ni tengo interés alguno en meterme en ese campo, pero es justo reconocer cuando una administración zonal, cualquiera que sea, realiza obras importantes en bien de la comunidad.

Y quienes han estado al frente del manejo de esa urbe lo han hecho con tal acierto que, desde que se ingresa por la avenida 25 de Junio, parece como si uno estuviera en alguna gran ciudad del extranjero, por lo bella que se presenta ante los ojos del visitante.
Dicha avenida, al igual que otras que forman parte de Machala, fue ampliada y su parterre central fue decorado con palmeras que se iluminan en la noche, dando un impacto visual muy agradable.

Atractivos monumentos de criaturas marinas adornan varias plazas y parques de la ciudad.

También contribuye a su excelente presentación el hecho de que importantes centros comerciales funcionan en sus costados, así como concesionarios de automóviles y otros establecimientos que se han asentado en ese sector, dándole un aspecto elegante, sobrio, atractivo y moderno. Todo esto ha elevado a Machala a un nivel bastante alto.

Pasos a desnivel peatonales y vehiculares muy bien diseñados, monumentos, parques, piletas con juegos de agua de varios colores, oficinas públicas y privadas, iglesias, escuelas, universidades y más, forman parte de esta pujante ciudad que se vanagloria de dar un alto estándar de vida a sus ciudadanos. En verdad, Machala está muy hermosa.

Varias piletas adornadas con coloridos juegos de luces son parte
del atractivo de la capital de El Oro, especialmente en las noches.

En lo referente a servicios adecuados para uso de los visitantes y turistas, la variedad y calidad están a la vista. Restaurantes y hoteles de muy buen nivel se pueden encontrar en muchas zonas de la ciudad. Los sitios de esparcimiento diurno y nocturno, para chicos y grandes, también forman parte de la oferta urbana.

Para llegar a Machala tenemos varias alternativas. Un excelente aeropuerto algo subutilizado, ubicado en Santa Rosa, a pocos kilómetros de la capital de la provincia de El Oro, nos permitirá llegar en pocos minutos desde las principales ciudades del Ecuador.

Quienes deseamos visitar la ciudad por carretera también tenemos varias alternativas. Si partimos desde Quito, la ruta más corta y rápida es ir tomar la Panamericana sur y pasar por Latacunga, Ambato y Riobamba.

Desde ahí se debe tomar la vía hacia Pallatanga, El Triunfo, La Troncal y Puerto Inca, para luego empatar con la Troncal de la Costa hacia Naranjal y finalmente Machala. Son 530 kilómetros, aproximadamente, de muy buenas carreteras, lo que se traduce en entre siete y ocho horas de viaje tranquilo, disfrutando de todo lo que esa ruta nos puede ofrecer.

Una segunda opción es viajar desde Quito hasta Santo Domingo de los Tsáchilas y desde ahí tomar la Troncal de la Costa para pasar por las poblaciones de Quevedo, Babahoyo, Jujan, Milagro, Virgen de Fátima, Puerto Inca, Naranjal y Machala.

Esta ruta nos permite gozar de una carretera plana y de un clima abrigado por más tiempo, aunque el tráfico que la utiliza es bastante más pesado.

Desde Puerto Bolívar se pueden admirar las enormes embarcaciones de todo tipo que suelen estar ancladas muy cerca de la costa.

Por último, ya en Machala, aparte de disfrutar de la ciudad como tal, su deliciosa gastronomía, clima cálido, y agradable ambiente, también es recomendable ir hasta Puerto Bolívar, donde podremos admirar inmensos barcos transatlánticos mercantes, petroleros y otros navíos con banderas de muchos países del mundo entero anclados cerca de la costa.

Un simpatiquísimo parque con una réplica de un velero pirata, una estatua de un gran cangrejo, y una pileta con peces de colores que disparan agua, harán las delicias de los más chicos de la casa. Y de los deliciosos cebiches, muy famosos en ese sector, ni que hablar. ¡A disfrutar se ha dicho!.

Suplementos digitales