Otro freno a las ventas
Tras la recuperación de las ventas en lo que va del 2017, el sector automotor ecuatoriano enfrenta un nuevo obstáculo. Este mes entró en vigencia la resolución número 358-2017-F de la Junta de Regulación Bancaria y Financiera que, para efectos prácticos, restringe el acceso a créditos bancarios para la adquisición de vehículos, al elevar las garantías de los clientes al 150%.
Esto implica que, quien desee financiar la adquisición de un auto cuyo valor comercial sea de USD 20 000, deberá presentar garantías por un monto de USD 30 000, para asegurar la devolución del préstamo. Con ello, tanto las entidades financieras como los concesionarios que otorgan crédito directo se han visto obligados a reducir los montos de financiamiento y, en consecuencia, a exigir entradas más altas para la compra de vehículos.
La medida, cuyo carácter restrictivo resulta evidente, vuelve a golpear a un sector que vivió años de incertidumbre y que vio en la eliminación del sistema de cupos a las importaciones la oportunidad de retomar su dinámica tradicional. También pone un freno a las aspiraciones de muchos compradores, para quienes las nuevas condiciones de financiamiento son más difíciles de cumplir.