Los defectos generan problemas a los fabricantes

El Camry fue uno de los modelos de la japonesa Toyota afectados por el defecto de fabricación del pedal que causaba una aceleración repentina del vehículo.

El Camry fue uno de los modelos de la japonesa Toyota afectados por el defecto de fabricación del pedal que causaba una aceleración repentina del vehículo.

El Camry fue uno de los modelos de la japonesa Toyota afectados por el defecto de fabricación del pedal que causaba una aceleración repentina del vehículo.

En los últimos meses los fabricantes automovilísticos han multiplicado los llamados a revisión de varios de sus modelos en América del Norte y otras regiones del mundo, lo cual ha disparado las alarmas entre los usuarios.

Hace pocos días, Ford convocó a sus concesionarios a 1,4 millones de propietarios de los modelos Escape, Explorer, Taurus y Mercury Mariner fabricados entre 2006 y 2014, para corregir problemas que van desde defectos de la dirección hasta mala iluminación de la placa.

Esa cifra se sumó a otros millones de iniciativas similares que en meses anteriores llevaron a cabo otros constructores, principalmente General Motors y Toyota, para corregir defectos de funcionamiento en sus vehículos que, eventualmente, podían derivar en situaciones riesgosas.

Si bien estos llamados a revisión no son nuevos en la industria automovilística, su recurrencia en los últimos años ha alertado a los consumidores y a la opinión pública sobre la rigurosidad con que los fabricantes están llevando a cabo sus procesos de control de calidad.

Como se conoce, los constructores automovilísticos suelen fabricar los principales elementos de los vehículos (motores, cajas de cambio, carrocerías, etc.), mientras que otros componentes más pequeños son elaborados por proveedores más pequeños también.

En el proceso de producción en serie algunos de esos componentes pueden resultar defectuosos y, cuando el fabricante o la marca lo detecta, se lleva a cabo una campaña de reemplazo de esas piezas en los modelos afectados.

El tema adquiere una relevancia especial y concentra la atención mediática internacional cuando los fallos llegan a causar accidentes que atentan contra la integridad de los ocupantes del vehículo o de los demás usuarios de las vías.

Se conoce de fallos en conexiones eléctricas que han causado incendios de vehículos, de componentes que causan malfuncionamiento de los dispositivos de seguridad activa o pasiva y que incluso han llevado a los conductores a perder el control.

En febrero de este año, Toyota fue obligada a pagar una multa de USD 1 200 millones por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, debido a un defecto de aceleración no intencional y repentina de sus vehículos que causó varios accidentes.

GM, por su parte, ha llamado a revisión a casi 16 millones de vehículos en lo que va de este año para solucionar diferentes defectos en sus modelos, en el marco de lo que denomina un “Continuo esfuerzo para responder rápidamente a la aparición de problemas de seguridad”.

Meses atrás, el gigante estadounidense reconoció la existencia de un defecto en el sistema de ignición de 2,6 millones de sus vehículos, que genera un apagado fortuito de los vehículos y desconecta el sistema de airbags.

Mary Barra, actual presidenta ejecutiva de la firma, reconoció que la decisión de llamar a revisión a todos los modelos involucrados fue tardía pero correcta.

Desde que asumió el cargo, la directiva ha emprendido diversas acciones para erradicar los problemas causados por las piezas defectuosas y plantear soluciones a los modelos afectados.

Fuentes: AFP y univision.com

Suplementos digitales