El nuevo Escape tiene un diseño mucho más moderno en comparación con el modelo anterior. Además, es muy confortable, silencioso y suave. Los baches, rompevelocidades e irregularidades del camino no se sienten como en otros vehículos.
El hecho de que el conductor pueda controlar varias funciones como el radio y el teléfono celular desde el volante resulta muy práctico.
El vehículo es espacioso. Los ocupantes del asiento trasero, sean niños o adultos, van muy cómodos en un viaje. Incluso la cajuela es muy amplia, por lo cual me parece que el Escape es ideal como vehículo familiar.
Mecánicamente, tiene buen ‘pique’ y excelente desenvolvimiento en la carretera. Además, con los niveles de tráfico que hay en la ciudad me parece muy adecuado que tenga caja de cambios automática.
En la autopista Rumiñahui y en la avenida Simón Bolívar, que son vías donde se desarrollan mayores velocidades, se muestra muy ágil y permite rebasar a otros autos con mucha facilidad.
Me gustó mucho la tecnología que ofrece en cuanto a conectividad, porque el radio puede interactuar con iPod, iPad y otros dispositivos externos.
Definitivamente el confort y la potencia que ofrece son dos de las cualidades más destacables del nuevo Ford Escape.