La alegría se expresó en cada uno de los asistentes al encuentro.
Lo que podría ser un suceso poco usual en la mayoría de ciudades del planeta es una de las tradicionales más importantes de Guatemala. Se trata de una ‘peregrinación’ en motocicleta por las calles de la capital de ese país.
Este encuentro, que agrupó a más de 50 000 motociclistas, atrajo las miradas de la prensa internacional y de quienes viven en esa ciudad. Con más de medio siglo de historia, este desfile sobre ruedas se ha convertido en uno de los más grandes e importantes a escala internacional.
La tradición fue instaurada por Rubén Villadeleón Porras, conocido como ‘El Zorro’ en 1961, quien organizó la marcha en honor al Cristo Negro de Esquipulas, una imagen de Jesús que es venerada por millones de fieles de Centroamérica.
Desde entonces, miles de motociclistas se reúnen cada año para avivar esta costumbre. El pasado sábado, las calles de la Ciudad de Guatemala fueron el escenario de este encuentro motor.
Los participantes recorrieron 222 kilómetros, aproximadamente, desde la Catedral Metropolitana y la Plaza de la Constitución, en el centro de la ciudad. Allí, el presidente del país, Jimmy Morales, marcó la salida de los participantes.
Con mucho cuidado, debido al número de aventureros, fueron saliendo uno a uno los asistentes. Adornados con máscaras, disfraces o maquillajes especiales, los motociclistas llenaron de color las principales avenidas de la urbe centroamericana.
Muchos utilizaron disfraces, como es habitual en esta fecha. El pasado sábado, por ejemplo, se observó entre la muchedumbre al presidente de Estados Unidos Donald Trump, acompañado del exmandatario Barack Obama, entre otros celebridades.
Los ‘zorros’, como también se conoce a los amantes de las dos ruedas que participan de esta tradición, llegaron de diferentes partes de América. Algunos viajaron desde México, Ecuador, Colombia, Bolivia, Panamá y Estados Unidos.
En la actualidad, Edy Villadeleón, conocido como el ‘Zorro Mayor’, hijo de Rubén, está a cargo de la organización. Antes de la partida, él solicitó que por seguridad de todo el peregrinaje se respetaran las normas de seguridad vial.
El inicio de esta costumbre se remonta a 1961, cuando Villadeleón (papá) realizó la primera peregrinación en motocicleta a Esquipulas, acompañado de otros cinco amigos. Este hábito continúa en estos días gracias al esfuerzo realizado por su hijo.
El pasado fin de semana, la peregrinación cumplió la edición 56. En el 2011 fue declarada Patrimonio Cultural Intangible de la Nación.
Durante el recorrido de 222 kilómetros, entre la capital y Esquipulas, se programaron ocho paradas para que los asistentes puedan ingerir alimentos y descansar.
José Luis Chea, ministro de Cultura y Deportes de Guatemala, aseguró que para la próxima edición intentarán batir un récord Guinness, algo que ya intentaron en el 2015 pero que les fue esquivo. “El 2018 podría ser un año de récord”, dijo.
Según las autoridades de ese país, esta actividad es considerada, de forma extraoficial, la caravana de peregrinos en motocicleta más grande del mundo.
Durante el 2015 y el 2016, el viaje reunió a unas 20 000 y
45 000 personas, respectivamente. Cada año, este encuentro crece gracias al interés que genera entre los motociclistas la oportunidad de recorrer las calles del país centroamericano y venerar a la imagen del Cristo Negro de Esquipulas.
Villadeleón aseveró que la próxima edición, en el 2018, tendrá novedades en cuanto a la organización y al recorrido.