La elaboración de tejidos es la principal fuente de ingresos en esta zona y uno de los atractivos turísticos más importantes. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
La cultura indígena y el turismo comunitario se fusionan en la parroquia Cacha, ubicada a 15 kilómetros de Riobamba. A esta zona, conformada por 23 comunidades, llegan viajeros nacionales e internacionales para conocer de cerca su historia y sus tradiciones.
Arraigados en las costumbres de sus antepasados, los moradores de la parroquia se organizaron hace algunos años para promover su estilo de vida mediante el turismo. Así también, buscaron generar nuevos recursos económicos para toda la población.
Las principales actividades que realizan los comuneros de Cacha están relacionadas con el trabajo de la tierra (crear huertos o cosechar cereales) y a producir tejidos en telares de cintura. Estas labores pueden ser realizadas por los turistas, para que conozcan de cerca las actividades diarias que se han realizado por años en la zona.
La elaboración de tejidos es la principal fuente de ingresos en esta zona y uno de los atractivos turísticos más importantes. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
La parroquia también cuenta con guías nativos que se encargan de organizar excursiones por lugares en los que se realizan ceremonias andinas, recorridos por los poblados y actividades de aventura.
Además, existe la posibilidad de recorrer el camino de los puruhaes, la nacionalidad originaria de este sitio. En el trayecto se puede parar en Pucará Tambo, una localidad que permite la observación de los nevados y volcanes que se encuentran en los alrededores de Riobamba.
La elaboración de tejidos es la principal fuente de ingresos en esta zona y uno de los atractivos turísticos más importantes. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
Allí funciona el Centro Pucará Tambo, en donde se expone una muestra de la cultura y de los vestigios del pueblo Puruhá.
La gastronomía es otro de los puntos fuertes del turismo comunitario en Cacha.