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Grand i10 Sedán: cuando el espacio es determinante

Pese a tener tres volúmenes, la apariencia del vehículo sigue siendo compacta.

Pese a tener tres volúmenes, la apariencia del vehículo sigue siendo compacta.

Pese a tener tres volúmenes, la apariencia del vehículo sigue siendo compacta.

Si bien los beneficios que presentan para la movilidad urbana (dimensiones reducidas, bajo consumo de combustible, etc.) son los principales atributos comerciales de los autos compactos del segmento A, el reducido espacio que ofrecen tanto para los pasajeros como para el equipaje constituye su principal debilidad.

Hyundai encontró una práctica solución para ese inconveniente, al añadir una cajuela a su modelo Grand i10 y así convertirlo en un sedán. Con ello, el práctico compacto de la marca coreana, que se vende en el país desde hace poco más de un año, ahora cuenta con una variante de tres volúmenes que mejora sustancialmente la habitabilidad.

Si el Grand i10 ‘hatchback’ es una buena alternativa para personas solas, parejas o hasta familias pequeñas, el sedán lo es aún más, pues el espacio de carga ofrece 407 litros de capacidad frente a los 356 del primero.

El alargamiento de la carrocería en 22 cm no supuso un abandono de la propuesta original del modelo. De 3,77 metros de longitud pasó a 3,99 m, con lo cual sigue siendo un compacto que conserva intacta su agilidad para moverse en el denso tráfico urbano.

El volante cuenta con controles para el sofisticado sistema de audio que incluye.

Pese a estas reducidas dimensiones exteriores, el Grand i10 ofrece un buen espacio para las piernas en todas las plazas. Incluso los pasajeros con estaturas comprendidas entre 1,70 y 1,80 metros no tienen problemas para acomodarse en el asiento trasero, pues la generosa distancia entre ejes de 2,42 metros, que se logró al desplazar las ruedas hacia los extremos del vehículo, fue la clave para lograrlo.

Como su hermano ‘hatchback’, el Hyundai Grand i10 sedán tiene bajo el capó un motor de 1.25 litros con 16 válvulas y sistema dual CVVT, capaz de desarrollar 86 caballos de potencia a 6 000 revoluciones por minuto y 114 Nm de torque a un régimen de 4 000 rpm.

El motor de 1.25 litros es silencioso, eficiente y de buen desempeño en la altura.

Unido a una caja de cambios manual de cinco velocidades, este propulsor se destaca por su buen desempeño en cualquier circunstancia, pues la respuesta de aceleración es contundente en los arranques, en los cambios de marcha y en las recuperaciones, incluso en pendientes de ascenso.

El sedán conserva los grupos ópticos del ‘hatchback’. La carrocería se alargó 22 centímetros y el volumen del maletero aumentó 51 litros.

Una mención aparte merecen la eficacia del sistema de frenos (de discos ventilados adelante y tambores atrás) y la precisión de la dirección con asistencia electrónica, que contribuyen notablemente a la seguridad activa y a transmitir la sensación de seguridad al conductor en todo momento.

Uno de los puntos fuertes del Grand i10 sedán es el equipamiento. Hay dos versiones del modelo que llevan un equipo de audio con CD, lector mp3, entrada auxiliar, puerto USB, conexión bluetooth, cuatro parlantes y controles en el volante, vidrios, seguros y espejos eléctricos y luces direccionales en los retrovisores exteriores como elementos de serie.

En la versión full equipo el encendido es mediante un botón.

La versión full equipo incluye, además, aire acondicionado, llave inteligente con alarma, encendido por botón, manijas de puertas cromadas y un práctico asistente de reversa compuesto por una cámara que proyecta la imagen en el retrovisor interno (con líneas que indican la trayectoria del vehículo), y una alerta sonora que advierte sobre la presencia de obstáculos.