Hace pocos días empezó a circular en las redes sociales una información referente a una supuesta sanción económica fuerte para los conductores de vehículos en los que los ocupantes de las plazas posteriores no llevaran puestos los cinturones de seguridad.
El mensaje no tardó en viralizarse y generó todo tipo de comentarios negativos hacia las autoridades nacionales de tránsito, dado el monto que supuestamente implicaba la multa (USD 450). Poco después se supo que el texto no era verídico y que podía tratarse de una adaptación a la realidad local de una nueva disposición expedida para Colombia.
El hecho dejó al menos dos lecturas importantes: el gran eco que puede tener una información malintencionada que se difunde masivamente (con el consecuente daño que puede causar) y el que muchas personas llegan a sentirse aludidas y hasta perjudicadas de manera anticipada.
Antes que pensar en la posible sanción, deberíamos tener presente que el cinturón de seguridad puede salvarnos la vida. Solo cuando su utilización se vuelve un hábito, independientemente del asiento que ocupemos en el vehículo, la posibilidad de una multa será la menor de nuestras preocupaciones.