Las líneas exteriores confieren al Cruze una apariencia más moderna y deportiva. Foto: Galo Paguay/CARBURANDO
Tras la eliminación del sistema de cupos a la importación de vehículos, para este año las marcas que operan en el país apuestan por un crecimiento de ventas moderado respecto del 2016. Y la renovación de sus gamas de modelos es clave para lograrlo.
Chevrolet abrió el 2017 con la presentación de dos ejemplares actualizados, para fortalecer su portafolio en dos importantes segmentos del mercado.
El primero es el rediseñado SUV compacto Tracker, cuyas principales características reseñamos hace 15 días, mientras que el segundo es el completamente nuevo sedán Cruze de segunda generación.
La caja tiene función manual. Foto: Galo Paguay/ CARBURANDO
A primera vista, el Cruze 2017 llama la atención por sus líneas más agresivas y armoniosas que marcan una diferencia importante en relación con su antecesor. El frontal exhibe una delgada mascarilla separada de la toma de aire hexagonal por una franja pintada del color de la carrocería.
El parachoques cuenta con líneas más marcadas en su parte inferior, mientras que los faros son ahora más estilizados y se extienden hacia los costados. Esto le confiere una apariencia más deportiva y radical.
El volante cuenta con mandos para controlar las funciones del radio, así como del teléfono inteligente. Foto: Galo Paguay/ CARBURANDO
El nuevo Cruze también exhibe una silueta más aerodinámica que, como en el caso del Hyundai Elantra, casi llega a diluir la configuración de tres volúmenes propia del sedán, pues amplía los ángulos que se forman entre el capó y el parabrisas, el parabrisas y el techo, el techo y el parabrisas posterior y este último con la tapa del maletero.
El modelo hace gala de un coeficiente aerodinámico de apenas 0,29, que en términos prácticos se traduce en mejores prestaciones con un consumo de combustible notablemente menor.
El diseño de la parte posterior sigue la tendencia estilística de la nueva gama de sedanes de Chevrolet. Foto: Galo Paguay/ CARBURANDO
En el interior, el Cruze incorpora elementos propios de un vehículo premium. El moderno diseño del tablero de instrumentos forma una muy acertada combinación con elementos como el cuero, presente en los paneles y en la tapicería de los asientos.
Entre los elementos de equipamiento más destacables cabe nombrar al climatizador de doble zona, el radio con pantalla táctil de 8 pulgadas que cuenta con sistema MyLink compatible con Apple CarPlay y Android Auto, al techo solar con accionamiento eléctrico, al sistema de apertura de puertas sin llave y encendido por botón, etc.
Pero uno de los cambios más importantes del nuevo Cruze está bajo el capó. A diferencia del motor de 1.8 litros que equipaba al modelo anterior y que aún lleva el Tracker, el nuevo recurre a un nuevo propulsor turboalimentado de 1.4 litros que entrega 153 caballos de potencia a 5 600 rpm y 240 Nm de torque entre 2 000 y 4 000 rpm.
El turbocargador se activa en un régimen de revoluciones muy bajo, por lo cual el efecto conocido como ‘turbo lag’ es prácticamente inexistente y el vehículo resulta muy agradable de conducir, tanto por su respuesta de aceleración como por la comodidad que ofrece.
El diseño de la parte posterior sigue la tendencia estilística de la nueva gama de sedanes de Chevrolet. 460 litros es el volumen del maletero. Foto: Galo Paguay/ CARBURANDO
A ello también contribuye la precisión de la caja automática de seis velocidades que incorpora.
El Cruze también cuenta con importantes dispositivos electrónicos de ayuda a la conducción tales como sensores de proximidad frontal y posterior con alerta sonora, cámara de reversa, asistente automático de parqueo que se activa al presionar un botón, asistente de permanencia en carril que actúa sobre la dirección y alerta de puntos ciegos en los espejos laterales.
Por primera vez, el Cruze también está disponible en el país en su variante ‘hatchback‘.