Cinco años después del inicio de sus operaciones, la Escuela de Motos de Quito hace un balance positivo de su gestión.
“Nuestro objetivo fue reducir el porcentaje de accidentes de tránsito que involucran a motociclistas en el Distrito Metropolitano, mediante una capacitación adecuada y responsable. Creemos que se ha logrado”, asegura Paúl Srolis, gerente de la institución.
La Escuela de Motos es una microempresa dedicada a brindar capacitación para la conducción de motos. Así promueve el ordenamiento del motociclismo, un segmento tradicionalmente caótico del tránsito nacional, tanto por los vacíos legales que al respecto tiene la Ley de Tránsito como por la informalidad de muchos motociclistas.
En cuanto a lo primero, un ejemplo que ilustra la ambigüedad de la Ley es que, según la resolución 108 del entonces Consejo Nacional de Tránsito, emitida en julio del 2010, se establece la obligatoriedad de realizar un curso previo a la obtención de la licencia de moto (tipo A).
No obstante, aún no se aprueba el funcionamiento de escuelas de conducción que certifiquen legalmente el aprendizaje.
Este hecho deja sin efecto la resolución, pues en la actualidad quien desee obtener una licencia de moto solo debe aprobar una prueba psicotécnica, un examen teórico y un chequeo visual. [[OBJECT]]
Srolis dice que por tratarse de un tema de competencia exclusiva de las instancias legales correspondientes, poco o nada pueden hacer la Escuela de Motos y otras entidades particulares para regularlo.
Sin embargo, es en la capacitación a los motociclistas donde radica el aporte de la Escuela de Motos. Si bien en los accidentes de tránsito con motos intervienen varios factores, uno de los principales es la manera de proceder de quienes las conducen.
La Escuela promueve entre sus estudiantes el respeto a las leyes y a los demás actores del tránsito, así como la concienciación de que la seguridad de los motociclistas depende mucho de la manera como afrontan la conducción. [[OBJECT]]
Diariamente se ve a muchos motociclistas que, haciendo uso y abuso de la versatilidad de sus vehículos, protagonizan maniobras riesgosas e ilegales que ponen en riesgo su seguridad y la de otras personas. La intención de la Escuela es reducir estas prácticas.
Para ello ofrece varias opciones de capacitación, que empiezan con un curso básico para las personas que quieren iniciarse en la conducción de motos. También hay un curso de manejo eficiente, donde se imparten técnicas de conducción eficiente y segura.
Hay un curso de escoltas para empresas de seguridad, un curso avanzado para motos de alto cilindraje y otro de motociclismo deportivo. En cada uno hay instructores expertos comandados por Ricardo Rocco Paz, quien tiene 40 años de experiencia en dos ruedas.