La nueva variante del célebre modelo alemán quiere competir contra las versiones crossover de sus rivales más famosos.
Tras su presentación como prototipo en el Salón de Detroit del 2014 y como modelo de producción en serie en el Salón de Los Ángeles del 2015, el Volkswagen Beetle Dune empezó a llegar a los concesionarios europeos de la marca hace pocos días.
El modelo muestra que el gigante alemán no pudo mantenerse indiferente a la propuesta crossover de sus rivales Mini (Countryman) y Fiat (500X), pues se trata de un segmento que crece en los mercados más importantes, y en el que Volkswagen no tenía representación.
En relación con el Beetle convencional, presenta algunas modificaciones orientadas a un ligero uso fuera del asfalto, tales como una mayor altura de la carrocería respecto del piso (15 cm), protectores de color plateado en las partes bajas y aros de 18 pulgadas.
Una toma de aire frontal más grande contribuye a darle una apariencia más robusta al modelo.
En el interior también hay elementos que le confieren un aspecto más campero. Entre ellos se cuentan un panel del color de la carrocería, que recorre el tablero de instrumentos de lado a lado, algunos indicadores propios de vehículos ‘off-road’ colocados en la parte superior central del tablero, y cuatro plazas tapizadas con una combinación de cuero y tela.
El color de la carrocería pintado en el tablero de instrumentos recuerda a los escarabajos de los años sesenta, en los que el panel era metálico.
La oferta mecánica del Volkswagen Beetle Dune se compone de tres motores de gasolina con potencias de 105, 150 y 220 caballos, y dos propulsores de diésel que entregan 110 y 150 HP.
Los compradores pueden elegir entre siete colores para la carrocería, que se comparten con el resto de la gama Beetle. No obstante, el Sandstorm Yellow Metallic, del modelo de las fotos, es exclusivo del Beetle Dune. Está disponible en variantes cupé y convertible.
Fuente: motorpasion.com