Aguascalientes, la emblemática planta de Nissan a escala mundial

Diego Uquillas F. / CARBURANDO

Diego Uquillas F. / CARBURANDO

Tres décadas han pasado desde la creación de la planta de Nissan situada en la ciudad de Aguascalientes, tiempo en el cual se ha convertido en un referente planetario en la fabricación de vehículos de la marca japonesa. Un extenso y memorable recorrido nos permitió conocer a profundidad todo el proceso de fabricación, gracias a la invitación hecha a CARBURANDO por parte de la empresa Automotores y Anexos (Ayasa).

Todo empieza en el área de fundición, donde se produce el corazón del auto: el motor. Fundidoras que trabajan a 1 000 grados centígrados dan forma a las partes del propulsor (cilindros, culatas...) que más tarde son ensambladas en un solo bloque. Luego viene el trabajo de perforación y pulimento del motor para eliminar todo tipo de imperfecciones y asperezas. En este lugar se hacen aproximadamente 2,5 propulsores por minuto.

El siguiente paso es el armado de los motores. Aquí se trabaja con máquinas computarizadas pero con un componente de mano de obra humana muy importante. Una vez armados los motores son sometidos a una fase de pruebas donde se chequean ruidos internos, movimientos, fugas... En esta etapa se toma un 10% de la producción de propulsores, de manera aleatoria, y se los somete a este riguroso examen que consiste en meterles todos los líquidos (combustible, aceite, refrigerante) y que dura entre cuatro y cinco minutos por cada uno de los motores.

Luego arranca el proceso de corte y ensamblaje de las piezas de la carrocería y del chasís. Mediante prensas gigantescas, de hasta 16 000 kilos de presión, se confeccionan sobre láminas de acero compuesto las diferentes partes que luego son codificadas para cada modelo.

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A continuación viene el armado de la carrocería del vehículo, donde 400 robots colocan los 1 400 puntos de soldadura que conforman el cuerpo. Este es uno de los sitios neurálgicos de la planta de Aguascalientes porque es un proceso sumamente automatizado y de aquí salen cerca de 65 carrocerías armadas por hora.

Después viene la pintura de los componentes. En esta área se trabaja en diferentes niveles como son el fosfato, la electrodepositación, el sello, la capa antirruido, la capa antipiedras, el 'filler' (color final del auto) y el esmalte (brillo y protección).

La siguiente fase es la del ensamblaje propiamente dicho. En esta etapa se colocan los componentes internos del auto, tales como el tablero de instrumentos, los asientos, las redes eléctricas, así como el tren motriz, es decir el acoplamiento del motor con la transmisión. En esta etapa las máquinas junto a los obreros especializados tardan 40 segundos en hacer su labor por cada vehículo.

La próxima etapa de fabricación se orienta a la comprobación computarizada de los diferentes sistemas mecánicos y/o electrónicos del auto ya completo. Es decir, se hacen pruebas exhaustivas del tren motriz, la transmisión, los frenos, las suspensiones, embragues, dirección, luces, alineación de las ruedas, entre otros.

Finalmente vienen las pruebas activas de conducción al 100% de los autos, en una pista de 10 km de extensión, donde se reproducen las condiciones de las calles y carreteras de América Latina.

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